MINDFULNESS 3
RECOMENDACIONES PRÁCTICAS
MEDITACIONES GUIADAS
No enjuiciar y aceptar lo que ocurra, no tener
expectativas, no se trata de tener una experiencia mística, ni de encontrar
relajación, al contrario, hay que estar despierto/a.
Nuestra mente no para
nunca de trabajar, de mandarnos imágenes, verdaderas o inventadas, de emitir
juicios, de valorar los hechos pasados, presentes, futuros, se trata de serenar
la mente, pero sin forzar ni luchar con ella, para ello tenemos que poner
nuestro foco de atención en otra cosa que no sean nuestros pensamientos, para
que esa atención apague la voz de nuestra mente, ese duendecillo que no calla.
La respiración es el
foco de atención más importante, es una función de nuestro cuerpo que se
realiza de forma inconsciente y que mantiene vivo a nuestro cuerpo, no tenemos
que cambiar nuestra respiración, ni alargarla, ni acortarla, solo observarla, a
veces será más larga, otras más corta, o más profunda, nosotros solo
observamos, en cuento comenzamos a centrarnos en la respiración, nuestra mente
se va y aparecen los pensamientos, es algo normal, siempre de una forma amable,
pero firme, sin criticarnos por creer que no estamos haciéndolo bien, volvemos
de nuevo a nuestra respiración……. Se trata de ir una y otra vez a observar
nuestra respiración.
Elegir un momento al
día para ello para llevar una práctica regular al menos seis de los siete días
de la semana. Se trata de incorporarlo a nuestra vida como una forma nueva de
ser y sentir.
Dejamos el modo hacer, la prisa constante al menos en ese
momento del día que nos dedicamos a nosotros mismos, aceptándonos tal como
somos, sin creer que algo va mal en nosotros o que no lo hacemos bien,
regalarnos ese espacio y tiempo para descansar nuestra mente y nuestra
conciencia en la conciencia misma de lo que somos y sentimos en ese momento
mismo en el que estamos, sin mirar atrás o hacia delante, solo en este instante
en el que somos testigos de nuestra respiración y vivir ese momento a momento.
Incorporarlo a
nuestra vida cotidiana al menos durante seis meses y ver qué pasa como un
tratamiento a nuestra mente. Los cursos de reducción de estrés que se presentan
a nivel clínico y que tienen ya evidencia científica muestran como llevando a
cabo una práctica de ocho semanas,
durante al menos cuarenta y cinco minutos ya nuestro cerebro ha cambiado y
favorece la recuperación de enfermedades, porque aumenta el nivel inmunológico,
ya que si reducimos el estrés, este mejora, está demostrada su eficiencia en la
depresión, en enfermedades crónicas, en pacientes con cáncer, en la educación a
niños y adolescentes, en la universidad y empresa.
Cada vez se incorpora
a más ámbitos de la vida cotidiana, hoy en día las investigaciones nos
demuestran que es posible cambiar la estructura de nuestra mente con la práctica
continuada y que nuestra vida cambia.
Hacerlo por uno/a mismo/a, seleccionar un lugar y
tiempo que nos vamos a regalar a nosotros mismos para estar con nosotros, somos
compañeros inseparables, nosotros y nuestra mente.
La práctica guiada
puede ser concentrada en la respiración, en el sonido, en el silencio, sentir
el cuerpo, aceptando esa experiencia momento a momento.
La postura, el porte es importante, en la medida que se
trata de estar despiertos, alerta, no dormirse, aunque si te duermes tampoco
pasa nada el cuerpo lo necesitaría, cuando te despiertes vuelves a iniciar de
nuevo la práctica y no pasa nada, puedes estar sentado en una silla, en un
cojín, tumbado, no cruzar las piernas, se trata de estar en una postura cómoda,
pero firme de forma que nuestra atención este despejada de dolores de espalda,
hormigueo de piernas, lo más cómodo posible, pero alerta.
Estar despierto, nos
mantiene en el momento presente, reducir las distracciones, elegir un tiempo
sin interrupciones de personas, móvil, internet.
ATENCIÓN PLENA AL
COMER
Usar todos nuestros sentidos para saborear el alimento y su
transformación en nuestra boca, percibiendo las sensaciones que produce, olor,
forma, transcender al alimento y pensar de dónde viene y cómo ha llegado hasta
nosotros. Pausar la comida y saborear, esta práctica es difícil con el ajetreo
y prisas que tenemos siempre, se trata de hacerlo en pequeños momentos de
nuestra comida, el postre, la fruta, esa comida especial que no apreciamos o
esa comida habitual que puede sorprendernos.
ATENCION PLENA AL CAMINAR
Pasear sin prisas, darnos cuenta del movimiento de nuestro cuerpo, nuestra respiracion, la postura de nuestro cuerpo, percibir las sensaciones que nos llegan y sentir cada paso. No hay que ir a ningun sitio concreto, caminamos para disfrutar de ese paseo. A veces aprovechar que nos movemos de un sitio a otro para cortar el estres de llegar cuanto antes y pararnos un poco en recrearnos en el camino, para cuando lleguemos a nuestro destino, las pilas estas recargadas y no agotadas.
ATENCIÓN PLENA EN LA
RESPIRACIÓN
Sensaciones de entrada y salida del aire por la nariz, el
movimiento del pecho, el movimiento del abdomen u observar la respiración en
general, allí donde sea más cómodo y siempre atentos a la entrada y salida del
aire, cuando perdemos el contacto con la respiración, restablecer amablemente
de nuevo la atención, no se trata de conseguir nada, sino de sentir la
respiración y volver una y otra vez a ella, lo más importante es la calidad de
la atención y la experiencia.
Dedicar un tiempo cada día y breves instantes a lo largo del
día, mindfulness dos minutos, tres minutos, cinco minutos, y vamos
relacionándonos con la experiencia diaria, como una forma de cortar la prisa,
el estrés, las emociones contradictorias que pueden aparecer en nuestro día.
Respiramos y percibimos ese instante como es sin juzgar o criticar nada,
sintiendo simplemente el aire que entra y sale y retomamos los quehaceres más
calmados y centrados.
ATENCIÓN AL CUERPO
Prestar atención al cuerpo, no se trata de relajarse, ni de
eliminar los pensamientos, cuando la mente se despista, volver amablemente a
recorrer el cuerpo donde estemos en ese momento, ser consciente de ser
consciente.
Darnos cuenta de que podemos observar que observamos el
cuerpo, descansar nuestra conciencia en la conciencia, podemos ver a la
conciencia que observa el cuerpo y volver una y otra vez a ella cuando la
perdemos.
ATENCIÓN AL SONIDO
Escuchar los sonidos que están presentes, percibir todo lo
que nos llegue, sentir el silencio, los pensamientos seguirán produciéndose,
pero no es importante, lo importante es darnos cuenta, los pensamientos pasados
y futuros no tomarlos como algo a lo que hay que atender, aprender a no
mantener el diálogo interno, no se trata de suprimirlos sino de darnos cuenta
de que son sólo eso pensamientos y no son realidad.
Reposar la conciencia en los sonidos y lo demás no importa
sólo observar.
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