Mi valia como ser humano me da derecho a disfrutar

12 de Enero
Mi valía como ser humano me da derecho a disfrutar

¿Estás contento con tu calidad de vida?, ¿ Con el trabajo, tus relaciones y tu vida familiar?. Si no es asi, y te gustaría cambiar alguna cosa, solo tu puedes hacerlo.
 Pero, ¿ estamos seguros de lo que queremos? ¿ hacia donde queremos ir? ¿que camino tomar?, quizas lo mas importante de nuestra lista de cambios, es saber que nos merecemos una vida plena y que todo lo que se nos ofrece para disfrutar estan ahi para ampliar nuestra felicidad y para ello es necesario que se nos respete y respetemos, que colaboremos para que colaboren con nosotros, que no abusen de nosotros y que no lo hagamos nosotros sobre otros, es decir consolidar e incrementar el concepto de nosotros mismos, nuestra autoestima.

Saber que somos personas útiles aceptar que somos capaces, nos hace fuertes y nos da confianza, para elegir los caminos a seguir.
Tenemos una lista de cambios que puede quedar en nada, si comenzamos con excusas, sobre el tiempo, la capacidad, pero ¿ por qué no vamos a poder hacerlo?. Hemos puesto demasiados desafios o quizas planes irreales, nuestra mente es muy capaz de dirigir a un lado u otro, nuestros pensamientos no deben manejarnos a nosotros, somos nosotros los que manejamos nuestros pensamientos y somos los únicos lideres de nuestra mente.
Tomarnos al menos diez  minutos al dia para poner en orden nuestra lista hacerla cada vez mas alcanzable, es nuestra tarea.

Reservar un tiempo para nosotros mismos todos los dias, una tarea de trabajo con uno mismo. Dedicarnos espacio y tiempo por puro placer de hacer algo que realmente nos guste. Puede ser algo simple, leer, escribir, cantar, escuchar nuestra música favorita, un poema, comer algo exquisito, nuevo, sabroso, relajarnos, respirar, etc..... Elijamos  cualquier cosa, solo ha de ser algo que nos aporte satisfaccion personal.
No descuidarnos, a veces por exigencias familiares, de trabajo, nuestro alrededor lleno de necesidades de otros, nos hace olvidarnos de nosotros mismos y no recordamos que nuestros deseos son tan importantes como los de cualquier otra persona.