Yo soy el arquitecto de mi vida

9 de Enero

Yo soy el arquitecto de mi vida

Igual que un arquitecto, piensa en la vida que quieres construir, o quizás se trata de renovar la que ya tenemos. Igual que se puede renovar una casa poco a poco habitación por habitación  podemos ir reconstruyéndonos poco a poco, pasito a pasito y en cada faceta de nuestra vida diaria un poquito de cambio, puede ir haciéndolo posible.

Podemos empezar a escribir acciones de cambio que nos hagan ponernos en marcha.Nos puede ayudar igual que hacíamos cuando éramos pequeños en el colegio, un mural con colores, o tarjetas de colores en el frigo, algo que nos de una visión diaria de nuestro propósito. Se pueden recortar revistas, pintar escenas, etc.......

Recordemos que este mes de Enero estamos organizando, proyectando, acostumbrandonos a pensar de otra manera, a detenernos  y  reflexionar, a que nuestro cerebro cambie las vías de pensamiento.

Una vía muy importante a entrenar es " Acostumbrarse a ser feliz". La felicidad es un estado de ánimo del que solo nosotros tenemos la llave, no tiene que depender de otros, o de acontecimientos que tengan lugar a nuestro alrededor, sino que ha de hacerlo de nosotros.

Acostumbrarse a parar  cinco o diez minutos para pensar deliberadamente en algo que nos haga felices.

Evocar las sensaciones de felicidad, de bienestar, aprender a relajarnos, a cortar el estres que a veces nos azota, en el trabajo, en el hogar..............    Es posible sentirse bien sin que nadie lo impida, solo porque nosotros lo hemos decidido. 

En el trabajo, parar cada dos horas, hacer unos ejercicios de respiración  que son fáciles y asequibles a todo el mundo, y recrear nuestra mente con sensaciones positivas, que nos hagan sentirnos bien.

Esto te recarga las pilas para seguir,la tarea continua de una forma menos pesada y tal vez con otra perspectiva. Lo ideal es trabajar en algo que nos guste, pero claro, en esta epoca no todos podemos elegir, llevarlo lo mejor posible, cambiando las circustancias que rodean la jornada, afrontarla de una forma mas relajada y sin que nos sirva de desafio, sea una manera mejor de trabajar.

Hay días en los que parece que nada sale bien y nos da por criticarnos demasiado, como si todo tuviese que ser perfecto, sino, no valoramos nuestro esfuerzo. Ser benevolentes con nosotros y no dejar que se acerquen a nuestra mente criticas negativas, cambiarlas, sustituirlas por otras mas respetuosas con nosotros mismos.y algo a tener en cuenta no preocuparse nunca por el la impresión que puedas causar en los demás  si esto es algo que te parece importante por las circunstancias que sean, quizás si nos relajamos,olvidamos de ello y comenzamos a ser nosotros mismos, seguramente todo saldrá mejor.