No rememorar lo triste
Gastamos demasiado esfuerzo y demasiado tiempo en preocuparnos por cosas que nunca suceden, el aprender a controlar nuestros pensamientos nos puede ahorrar mucho sufrimiento y mucha ansiedad. Cualquier pensamiento que llega a nuestra mente lo damos como cierto y montamos toda una serie de emociones en base a ello. ¡Gran error!, pues muchas veces somos incapaces de filtrar lo que es real de lo que es una creencia errónea. Una misma situación puede interpretarse de muy diversos modos y todo va a depender de nuestros pensamientos, por ello aprendamos a controlar los pensamientos y a potenciar los que ayudan a resolver y no perdamos tiempo ni energía en mantener los que generan daños innecesarios.
Si estamos tristes por recuerdos dolorosos o por unas circunstancias concretas, solemos pensar en todo con un tinte de tristeza, desánimo y melancolía, esto condiciona enormemente nuestras posibilidades de sentirnos bien, alegres, optimistas... Podemos llegar a pensar que nadie nos quiere, que nos olvidan, que nada saldrá bien, que no valemos, que pocas cosas merecen la pena... Somos libres para pensar, para tomar decisiones, por ello aprendamos a pensar pero sin hacernos daño.
Las psicoterapias buscan que la persona tenga toda la información posible sobre el papel que pueden jugar los pensamientos, las emociones y los comportamientos tanto en su bienestar como en su salud, cómo controlar aquello que pueda resultar ineficaz y negativo,qué errores cognitivos o comportamentales están impidiendo el desarrollo de aprendizajes adaptativos, qué hacer y cómo hacerlo para potenciar actitudes más positivas que le ayuden tanto a recuperarse como a atenuar las consecuencias desagradables y dañinas. En definitiva qué se puede hacer en cada caso particular para resolver situaciones que impiden llevar una vida con la máxima calidad posible.
¡Si pensamos que podemos, podremos! ¡Si pensamos que estamos vencidos los estaremos! ¡Si pensamos que no nos atrevemos no lo haremos! ¡Si pensamos que estamos enfermos nos comportaremos y nos sentiremos como tal! Todo está en nuestra mente. Salimos adelante cuando creemos que podemos hacerlo. La actitud es mucho más importante que el pasado, el pasado no podemos modificarlo, tampoco podemos cambiar lo inevitable, lo que sí podemos cambiar es el presente para a través de él mejorar nuestro futuro pero sobre todo nuestra actitud ante los problemas y ante la vida en general. No nos convirtamos en víctimas de nuestros propios pensamientos, aprendamos a modificarlos para utilizarlos en nuestro propio beneficio y poder afrontar de la mejor manera posible las adversidades.
Estamos siempre buscando el porqué de nuestro malestar y nos olvidamos de lo más importante y de lo que realmente provoca este malestar,y no es otra cosa que nuestra propia actitud, nuestros propios pensamientos negativos destinados a incrementar el daño tanto el real como el creado por nuestra propia imaginación. Seguro que si lo pensamos detenidamente nos sentimos identificad os con ello. Propongámonos la tarea de comenzar a deshacernos de esa forma tan negativa de enfrentarnos al mundo. ¡Al principio, como todo aprendizaje, nos costará pero después habrá merecido la pena!
Una persona cuyos pensamientos ante la vida son negativos es una persona que está en continuo estado de ansiedad y no hay nada que provoque mayor daño físico y mental que dejar que la ansiedad se adueñe de nuestras vidas, nos acompañe y tome fuerza, pues la tensión que generemos con ella se encargará del resto.
Recordar siempre que no hay edad para aprender a potenciar pensamientos positivos y gratificantes, siempre podemos aprender sin importar la edad que tengamos. Cuanto más tiempo dediquemos a su aprendizaje mayor beneficio aportaremos a nuestra salud. Los pensamientos positivos siempre van a venir acompañados de emociones positivas y por ello gratificantes. Los pensamientos positiv os son totalmente incompatibles con emociones negativas, dañinas y perjudiciales. Por tanto todo el tiempo y energía que invirtamos en ello habrá merecido la pena pues nuestro bienestar físico y mental dependerán de ello.
Recordar también que aprendemos por repetición, repitamos todo aquello que nos resulte eficaz y nos aporte seguridad, bienestar físico y mental y eliminemos lo que nos aporte malestar y sufrimiento. El sufrimiento es inútil y altamente dañino para la salud por ello no invirtamos tiempo en aprender a desarrollarlo. Hagamos justamente lo contrario y habremos ganado la batalla al pensamiento negativo y al malestar físico y mental que conlleva este tipo de pensamiento. El aprender a desarrollar el pensamiento positivo contribuirá a mejorar nuestra salud física y mental y con ello nuestra calidad de vida se verá altamente beneficiada.
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