Cuando despiertas por la mañana y agradeces estar ahí, la sensación es como recibir un regalo, estás y lo sientes, tu mente te responde y puedes pensar, sentir tu cuerpo, las preocupaciones pueden comenzar al despertar, porque la jornada comienza y cuando vas mejorando comienzas a hacer y tener mas tareas por hacer.
Pero que ocurre cuando todo tiene una importancia relativa, o todo puede ser flexible y todo se puede comenzar de nuevo, y lo que no se acaba hoy será mañana, y lo que queda pendiente, se ira haciendo poco a poco, sin prisas, una detrás de otra. Lo que ocurre es que hay menos estrés, puedes tener un dia de alegria y esta bien y puedes tener un dia lamentable y también esta bien. LO IMPORTANTE es saber que siempre se puede comenzar de nuevo. Nos enseñan desde pequeños que no hay que rendirse, que hay que trabajar duro y vemos que puede que no sea así. puedo trabajar duro y no tener resultados y puedo trabajar con relajación y flexibilidad y obtener más porque si bloqueo mi mente, entonces no rinde. Darse cuenta del presente que tenemos dejar que la fantasía, los miedos, el sufrimiento, no impregne el dia, ayuda mucho más que horas y horas de trabajo intenso. Aclarar la mente y enfocarse es importante y no identificarnos con los sentimientos o emociones o los pensamientos. APRENDER que no somos ni nuestras emociones, ni nuestros pensamientos y que realidad solo hay una y quepara encontrarla es importante estar en nuestro PRESENTE, no en el de otros, el nuestro. SI conseguimos que el despertar sea bueno, aunque todo se tuerza tendra la valencia que sea, pero no le añadiremos nada, lo dejaremos ir y vuelta a comenzar de nuevo, porque cada dia es una oportunidad para comenzar una nueva vida.
Para mantener Mindfulness como forma de vida, lo mas importante es aprender, estudiar y practicar, no es algo que aparezca en nuestra vida como algo de magia, es la perseverancia, pero también la información, saber y entender qué es y como mejorar.
Para ello me he propuesto hacer un año mindful y solo creo que avanzare, dedicándole tiempo. y sobre todo para que mi mente no olvide, ayudando a mi memoria con el estudio, y dejando por escrito lo que dicen los expertos, para poder volver una y otra vez. Mi mente tiene que reforzarse, tiene que alimentarse y he descubierto que Mindfulness le da energía a mi mente y me ayuda a sentir mi cuerpo.
ESTE BLOG fue un proyecto de 365 dias en su momento, un proyecto de autoayuda, escribiendo cada dia, para mi, para ayudarme a mi misma, se paro, al quebrarse mi mente tras el ictus, me costó cuatro años, atreverme a escribir, pues al principio, escribia y la mente iba por un lado y el teclado por otro, me di cuenta cuando lo consegui, que lo que escribí, fue un grito de ayuda, lo envié a personas queridas y no recibí respuesta alguna, fue un silencio aterrador, mi grito fue un silencio. Ese que te dice, animate, si no pasa nada estas viva, estas que es lo importane.
DESPUES OTRO AÑO MAS y buscando FUERZAS PARA SEGUIR , luchando cada dia por estar presente, En la soledad, en el aislamiento, en esa fuerza que aparece un dia con un rayo de luz que ves que hace que el color de las cosas cambie.
MINDFULNESS me ayudó, amortiguaba cada dia mi caida, con ese momento para estar conmigo, ese momento de quietud y de calma que da sosiego y templanza. Veia videos de todas esas personas expertas que comparten su conocimiento y que son buenos comunicadores y sobre todo veia a aquellos que me demostraban que la ciencia lo habia comprobado, las personas que creian gracias a la evidencia.
Es difícil si en tu entorno si no hay nadie que haga ni siquiera ejercicio diariamente continuar con la práctica, todos te dicen, " ah si que bien, haces mindfulness, y eso qué es? " Bueno pues comenzar a nombrarla y aceptar que esta en tu vida diaria, ya es un comienzo, dejar de esconder que haces mindfulness, convertirlo en la medicina diaria y sobre todo formarse y aprender.
Despues de seis años, mis nuevos 365 dias estarán dedicados al estudio del mindfulness, manteniendo un estudio reglado y de los libros que estan aceptados por los cientificos y aprender y mejorar. SIN EXPECTATIVAS solo por el hecho de que vivir un año más en el presente merece la pena.
Está comprobado que si cada dia vamos dejando un espacio para Mindfulness, un espacio para nosotros mismos, con el tiempo, se convierte en un hábito y lo incorporamos a nuestro día a día. Es importante darnos cuenta de que se trata de cuidar nuestra mente y el resultado es que mente y cuerpo lo agradecen. Que el estres no sea habitual, que estemos el mayor tiempo posible en el presente, ayuda a la concentración en las tareas que tenemos que hacer sin agobiarnos por la acumulación de trabajo, porque lo importante esta en ir de una en una poner lo que tenemos que hacer en una fila y cuando se acabe una cosa, vamos a la otra. Lo importante es planificar, saber que tenemos que hacer y despues poco a poco cada dia vamos trabajando en ello.
Desde que mi salud se quebró, aprender lo que dicen las líneas anteriores fue un trabajo duro, siempre en busca de salida, siempre en busca de alivio, de certezas, de rumbo que no llegaba. Darse cuenta de lo importante que son algunas cosas y también que otras no lo son tanto. Poco a poco, mi día a día fue cambiando al ir incorporando MINDFULNESS , para calmar el dolor, pero sobre todo para sentir mi cuerpo, que se habia quedado paralizado en su parte derecha, se quedaba frio, pesado, con recuerdo de que estaba ahi, pero que cuando cerraba los ojos no me respondia, cuando me quedaba dormida y me daba la vuelta en la cama aparecia algo pesado sobre mi que era mi propia mano derecha, fria como un tempano y aunque se movia tenia poco sensibilidad, igual pasaba con la pierna, pero solo echaba de menos su funcion al caminar cuando se quedaba atrasada y me caia o cuando se hinchaba tanto que parecia un saco pesado del que tenia que tirar.
CUANDO comenzaba a intentar llevar a cabo las practicas de MINDFULNESS me ponia el audio centrada en la reslpiración, después centrada en el CUERPO y era muy dificil sentir mi mano, mi pie, mi pierna, mi abdomen derecho, me ponia muy nerviosa, triste y angustiada, pero no se porque continuaba, dia a dia, sin objetivos, sin planes, solo queria saber como estaba mi cuerpo, el alma se quebraba, muchas veces, pero ahí seguia dia tras dia. No se que me mantuvo tanto tiempo haciendo cada dia un poquito y cuando no la hacia, cuando llegaba la desesperanza, porque todos los dias eran iguales, no pasaba nada, llegaba un dia y me decia, es el primero otra vez, SIGUE un poco más, no tienes nada que perder, solo el tiempo y de eso tienes mucho. Y seguir para hacer la diferencia para que los dias cuenten.
ME COSTÓ UN AÑO COMPLETO SENTIR MI CUERPO , seguia con la frialdad de la parte derecha, me movia algo mejor, sentia poco mi parte derecha, pero la sentia, usaba electroestimuladores musculares, era una sensación muy extraña sentir y ver como aunque la potencia fuera el doble, en la derecha que en la izquierda, todavia se resistia la sensibilidad de cuerpo, costaba recuperarse.
💐🧤
QUE ES LO QUE TE MANTIENE AHI PERSISTIENDO, INSISTIENDO, quizás la falta de expectativas. dejar de luchar contracorriente y aceptar mi estado y comenzar una y otra vez cada día.
MINDFULNESS me ayudó, me ayuda y ahora se que me ayudará, VIVIR EN EL PRESENTE, no pretender ser lo que fui, no pretender ser nada, solo mejorar con la practica dia tras dia.
“No puedo centrarme en la respiración porque tengo catarro”.
Esta queja es frecuente en el invierno o en la época de alergias. Creemos que cuando la guía verbal nos dice “centra tu conciencia en la respiración”, ésta debe ser fluida o debe tener un determinado ritmo. Pero si nos fijamos bien no da ninguna instrucción sobre cómo debe ser la respiración, simplemente pide que observemos. Cuando estamos acatarrados, y la nariz está taponada, quizá respiremos por la boca, quizá sintamos incomodidad y molestias.
Con molestias o sin molestias, nuestro trabajo es el mismo: observar lo que sea que haya Ahora. Incluida la incomodidad. Incluido el rechazo a la incomodidad.
La mente condicionada da por sentada por muchas cosas, sobrepone sobre la realidad capas de conceptos y de juicios. “La respiración debe ser fluida”, “no puedo respirar” (lo que es una exageración, porque si no pudieras respirar te morirías), “debo respirar más despacio”, “no debería sentir mi corazón palpitar con tanta fuerza”… Es un hábito fuertemente enraizado. Etiquetamos y enjuiciamos continuamente, sin siquiera darnos cuenta. La mente reduce la realidad a conceptos simples y los enjuicia: “la orquídea es blanca”. ¿Es blanca? Mírala bien. Atentamente, sin etiquetas, sin nombres de colores y verás que no es blanca. “Blanco” es un concepto, el cerebro reúne todos los matices de grises y diferentes tonos que percibe en la flor como “blanco”. Esa capacidad de unificar una multiplicidad de sensaciones en una sola etiqueta es práctico, muy práctico. Pero limita la realidad. Si queremos pintar la flor nos damos cuenta de la infinidad de matices, de tonos distintos en sus pétalos. La realidad es que no es blanca, sólo en algún punto de luz, quizá en el borde de algún pétalo, quizá sólo ahí vemos de verdad el blanco. El resto son tonos de grises y nacarados. Observar la respiración es una práctica para la observación de la realidad cotidiana.
Estabiliza la atención y es el comienzo de la observación sin etiquetas ni juicios.Observar la respiración, sin enjuiciarla, puede resultar difícil al comienzo.
Al enjuiciarla la respiración se bloquea, lo que es una experiencia muy frecuente al comienzo de la práctica del Mindfulness. Con práctica los juicios cesarán, y la respiración fluirá con naturalidad, con o sin catarro. Pero es mucho más difícil observar con esa ecuanimidad y serenidad la realidad cotidiana, los atascos, las malas caras, la basura, o las noticias. Por eso, la práctica con la respiración es un primer paso sumamente importante. Se empieza por lo pequeño, sin olvidarnos que luego tenemos que llevar esa capacidad a nuestra vida cotidiana. Vamos a observar la realidad tal y como es, tal y como nuestros sentidos pueden percibirla. Sin etiquetas, sin juicios, sin críticas, sin rechazo, sin ‘debería’. Con la mente en silencio y el corazón abierto de par en par.
EL SILENCIO Y EL CEREBRO Michel Le Van Quyen,neurocientífico, ha investigado los efectos del silencio
La entrevista en el periódico La Vanguardia del dia 5 de Noviembre.
A nivel profesional Michel Le Van es cientifico, investiga el cerebro, este es su trabajo habitual, pero para él, todo cambia cuando sufre una parálisis facial que le obliga a parar su ritmo de vida, su trabajo, sus tareas pendientes quedan canceladas y tiene que buscar una forma de volver a ser y sentir. Su modo Hacer cambia y las perspectivas son otras. La mente se bloquea y volver a la realidad es difícil y laborioso y hay que hacerlo de otra manera.
-------------------------------------------------------------------------------- EL silencio es esencial para regenerar el cerebro Ya desde 2001 se comprobo que el cerebro cuando está en reposo sigue consumiendo energia, no hacemos nada y el cerebro sigue trabajando, emitiendo imágenes, recuerdos, pensamientos, ensoñaciones, sensaciones, etc. “Hay un silencio exterior, que es la ausencia de ruido, y un silencio interior: esos momentos en que logramos reducir el ruido de fondo de nuestros pensamientos, ambos son esenciales para nuestra salud”.
EL silencio ayuda a regenerarse a las neuronas y se ha comprobado cientificamente que el hipocampo crece. Con solo unos minutos de silencio la presión arterial disminuye y también el ritmo cardiaco.
No existe el silencio absoluto, por ello tenemos que buscar sonidos de la naturaleza o sonidos agradables para poder llevar a la calma la mente, apagar el ruido interno, los pensamientos que nos hacen sufrir, las criticas y valoraciones que hacemos de todo durante nuestro dia y que se quedan grabadas y se repiten una y otra vez. Dar un paseo con sonidos de la naturaleza mejora el sistema inmunologico, las personas que viven en grandes ciudades que tienen que lidiar con el ruido diario están más estresadas y su sistena inmunológico más alterado. El silencio aunque sea a pequeños ratitos a lo largo del dia, sosegando la prisa y dejando que los ruidos se apaguen ayuda a mejorar la salud y para ello la concentración en la respiración es la mejor forma de separar ese ruido constante de la vida diaria. El estado de alerta constante ante los ruidos que no cesan, sean externos, los ambientales, o internos los pensamientos que la mayoria de las veces nos hacen sufrir, son tóxicos y disminuyen nuestra salud.
Poner la atención en la respiración, la práctica del ejercicio de mindfulness que pone toda su atención y conciencia en la respiración, una pequeña pausa que vaya permitiendo alejarnos de ese desasosiego constante.
Muchos de nuestros trastornos
psicológicos y también muchos problemas clínicos aumenta su intensidad por el problema de la soledad. Incluso aunque
haya familia.
El sufrimiento en la soledad, no la elegida, sino la
sufrida, por no ver en el mundo que nos rodea alivio alguno. Pensar que no voy
a ser feliz y sobre todo que no puedo serlo, porque no encontramos salida,
muchas veces lleva al consumo de psicofármacos o a hábitos tóxicos.
La sociedad favorece
este comportamiento ya que el sistema basado en la individualidad y en el
éxito, la juventud y la belleza, nos lleva al fracaso en el intento de mejorar
nuestra calidad de vida.
Con la práctica mindfulness
con otro ser humano, tratamos de ser
consciente de tres objetos de atención:
· Primero, somos conscientes de las
sensaciones, pensamientos y sentimientos, darnos cuenta de lo que nos está
sucediendo.
· Segundo, somos conscientes de las
palabras, del lenguaje corporal, del estado de ánimo del otro.
· Tercero, podemos ser conscientes de
como fluye la relación.
El sufrimiento que produce la soledad afecta sobre todo en la vejez, en
la enfermedad crónica o en la discapacidad. En muchos casos la soledad lleva a
la desesperanza, pensamientos como el de, ya no puedo hacer nada por mi vida,
ya no puedo ser feliz, ya no tendré nunca bienestar, es lo habitual y todo se
convierte en crónico.
Tratar los pensamientos, sentimientos y emociones y
darnos cuenta de que somos más que nuestra dolencia, nuestra edad, nuestra
incapacidad, y que esas valoraciones negativas que hacemos no significan nada,
se puede ser feliz en la vejez, con una enfermedad o con todas las dificultades
que aparezcan en nuestra vida.
Intentar reflexionar sobre este ejercicio:
· Estoy seguro/a de que envejeceré y de
que no puedo evitarlo.
· Estoy seguro/a que enfermaré y de que
no puedo evitarlo.
· Estoy seguro/a de que moriré y de que
no puedo evitar la muerte.
· Todas las cosas queridas y los que me
aman cambiaran y nos separaremos.
· Soy el responsable de mis acciones y
heredaré de mis acciones.
Es una práctica difícil por la tendencia que tenemos a
distraernos y negar las causas del sufrimiento, pero si nos lo proponemos se
puede conseguir.
A nadie le gusta el dolor o la enfermedad, a lo largo de la
historia el ser humano ha intentado evitarlos con rituales, plantas medicinales,
rezando plegarias o más recientemente desarrollando la higiene y la medicina.
Algunos dolores y enfermedades son inevitables, pero
algunos pueden ser prevenidos o aliviados a través de nuestros pensamientos y
cuidados.
Sin embargo, gran
cantidad de dolor y enfermedad están causados por nuestros intentos de
deshacernos de él, no queremos tener experiencias desagradables y hacemos
todo lo posible por evitarlo, y muchas veces lo que hacemos es agravar la dolencia o perpetuarla. Forzamos la
aparición del estrés por atender a esa evitación y ese estrés es el principal
de nuestros problemas.
Los dolores o enfermedades pueden tener muchas causas, pero
todos empeoran por causas psicológicas, la manera que tenemos de afrontarlo, el
rechazo al dolor, nos tomamos calmantes, para evitarlos. No queremos padecer
dolor y puede ser que enmascaremos la causa real que lo produce, tratando de
quitarlo, disfrazamos el dolor y nos
perdemos saber de dónde viene.
El dolor es un síntoma
de algo que está sucediendo en nuestro cuerpo y en nuestra mente.
A veces lo evita y ensombrece la enfermedad real, el
problema de espalda, por ejemplo, en la mayoría de los casos está causado por
contracturas musculares, y cuando existen lesiones discales o lesiones óseas,
estas contracturas musculares lo que hacen es agravarlos.
Cuando el dolor de espalda aparece, ciática o similar, lo
primero que pensamos es evitar el movimiento, sofá, cama y nos quejamos de
nuestra incapacidad.
Hay que darse cuenta
de que el dolor nos envuelve en un ciclo que si no lo tratamos nos convierte en
un alma en pena padeciendo, sin saber cómo resolverlo.
Mindfulness puede ayudarnos con el dolor, darnos cuenta de
que ese ciclo ocurre y centrándonos de forma que al fortalecernos
psicológicamente también nos fortalecemos físicamente.
EL CICLO DEL DOLOR
Cuando tenemos dolor, aparecen emociones que nos causan
estrés y una de ellas es el miedo, este miedo produce tensión muscular y
aumenta el dolor.
Tenemos que entender el problema para tratar de
superarlo, el miedo, las preocupaciones, generan pensamientos negativos y las
emociones negativas nos llevan a mantenernos en el ciclo.
Cuando el dolor
es intenso, tendemos a creer que tenemos una lesión grave y cuando es leve o
moderado, lo achacamos al estrés. En esto como en todo no se puede generalizar
y cada persona debido a sus
interpretaciones y valoraciones lo siente de forma distinta e incluso la
misma persona en situaciones distintas puede agravarse o disminuirse.
Mindfulness ayuda a observar los cambios en el patrón de
pensamientos en el momento que estamos prestando atención y ver como las
creencias y emociones negativas incrementan la tensión de nuestro cuerpo.
Cambiar el patrón de
conducta y nuestra relación con el dolor, perder el miedo a experimentar la
sensación de dolor, dejar de anticipar el dolor o de rumiar el pasado del dolor
que tuvimos y centrarnos en el momento presente en que tenemos ese dolor es
primordial para avanzar en el alivio y mejora del dolor.
A veces el dolor es
inevitable, pero podemos elegir si paraliza nuestra vida o no. De esta manera
nos evitaremos sufrimiento y aprenderemos a sobrellevarlo. Para ello la
aceptación es imprescindible, aceptar lo que tenemos y si no podemos curarlo,
aliviarlo depende de nosotros.
Mindfulness nos ayuda a darnos cuenta de que al poner
intención en focalizar el dolor para que ya no duela tanto, que las sensaciones
de dolor van y vienen y darnos cuenta de que hay otras sensaciones en el cuerpo
aparte del dolor.
El dolor no va a tomar
todo nuestro cuerpo y tampoco todo nuestro pensamiento, somos más que nuestro
dolor y nuestra enfermedad.
Expresión de ¨mente de mono¨ la mente salta de un lugar a otro, va
de un pensamiento a otro pensamiento, igual que un mono brinca de una rama a
otra, lo hace de forma impaciente y sin control. Esta actividad mental puede
implicar inquietud desasosiego, intranquilidad, nerviosismo.
Podríamos describir
esta conducta mental como compulsiva, obsesiva y neurótica.
Es lo contrario a una mente estable, concentrada, sosegada
paciente y tranquila.
La mente va de un
pensamiento a otro de forma automática y sin control, en esencia, podemos
considerar que esta mente errante, esta mente que está constantemente haciendo
preguntas o buscando respuestas es un estado mental muy común y universal.
Los seres humanos nos encontramos en este estado con mucha
frecuencia y puede condicionar fuertemente nuestras vidas.
Este estado mental consiste en quedar absortos o
perdidos en nuestros pensamientos, comenzar a pensar de forma automática e
involuntaria sobre ciertos contenidos produciéndose y manteniéndose una
producción incontrolable y continua de pensamientos.
La tendencia de la
mente de irse del presente puede ser controlada a través de la práctica de mindfulness,
centrándose en el presente, darse cuenta de lo que hace la mente y redirigirse
una y otra vez al momento presente.
Una mente errante es
una mente infeliz, centrarse en lo estas sintiendo aquí justo ahora mismo,
en lo que estás haciendo justo en este momento, romper esa cadena de pensamientos alterados y erráticos, pensar en
lo que estoy haciendo y no en lo que haré después.
El control de esta
mente divagante es un buen pronóstico para conseguir ser feliz, mucho mejor que
aquellas actividades que haces y que creemos que nos van a hacer sentir mejor.
La mente se distrae cada 6 o 7 segundos, centrarse a
través de mindfulness en estar presente aquí y ahora, centrarse en la
respiración, hace que encontremos el equilibrio y bienestar y apaguemos esa
mente errante.
La fusióncon lo que la mente dice, cuando una
persona se fusiona o se funde con su mente, nos identificamos con sus contenidos,
son los pensamientos, no existe consciencia de la propia fusión, ni de la
actividad mental.
Nos creemos
totalmente los contenidos de nuestra mente y actuamos, hablamos, sentimos,
etc., acorde a ellos.
Reaccionamos a sus contenidos literalmente, vivimos,
experimentamos, sufrimos o disfrutamos sin contenido, caemos presos esclavos de
bucles de pensamientos, preocupaciones, cavilaciones, rumiando los pensamientos,
etc.
Nuestra forma de
conducta está gobernada por reglas que ponemos a través de nuestra
experiencia, ejemplos como:
· No puedo soportarlo más
· Debo eliminar mi ansiedad
· Estoy enfermo
· No tengo remedio
· Merezco estar muerto
· Soy un inútil
· Nadie me quiere
· Todo lo que hago lo estropeo
· Es imposible cambiar
· A mi edad ya no puedo conseguir nada
· Y tantas y tantas valoraciones
negativas que paralizan cada vez más nuestra actividad diaria y el concepto de
vida se hace insoportable.
Nos creemos nuestras fantasías y pensamientos y cuando estas
experiencias privadas son negativas, la fusión a estrategias de evitación,
control, supresión, distracción, de forma que intentamos reducir la
incomodidad. Evitamos todo aquello que
nos incomoda que al principio funciona, pero a la larga esta evitación
aumenta y se generaliza a otras partes de nuestra vida. Y se puede llegar a
convertir en un trastorno psicológico que altera de forma reiterada la
percepción de la realidad evitando el
contacto con todo aquello que etiquetamos como negativo. Este patrón de
comportamiento se intensifica, limita y genera más sufrimiento
Mindfulness te enseña
a relacionarte con tus experiencias y sentimientos, sin juzgar, sin criticar.
Mindfulness es lo contrario a la ignorancia, a la mente
errante, a la evitación experiencial.
Mindfulness es compasión, aceptación, compromiso y
liberación de sentimientos experiencias, aceptando lo que nos pasa tal como es
y en el momento en que nos pasa sin ir hacia atrás, el pasado, ni hacia
delante, el futuro, sólo estamos aquí, en este momento.
En este instante mismo en el que tenemos que aceptar la
realidad y ayudar a nuestra mente a calmarse y buscar soluciones a nuestro
sufrimiento hacia nosotros y los otros.
Practicar la compasión
y la gratitud, apreciar, prestar atención, no se necesita sustituir los pensamientos
ni controlarlos sino sólo observar y dejarlos pasar, como las olas del océano,
que van y vienen sin volver nunca otra igual, identificarlos, verlos y dejarlos
ir.
Mindfulness ayuda a generar compasión, cuándo practicamos la
compasión por nosotros mismos, esto nos ayuda a comprender el sufrimiento y
estamos más abiertos a sentir el sufrimiento del otro, dándonos cuenta que
todos sufrimos. Con la práctica del mindfulness
la compasión nos lleva a darnos cuenta de la interconexión con los demás y de
que todos somos parte de un mismo universo, dejando atrás ese mí, mío, yo, que
tanto nos hace sufrir.
Mindfulness es compasión y sabiduría. Van unidos pues
no se puede ayudar a alguien si no somos capaces de saber qué le pasa, nos
ayuda a desarrollar lo que se llama ecuanimidad.
La práctica de mindfulness puede ayudar a desarrollar la sabiduría.
Hay otras prácticas sólo para la compasión, pero identificarse con el
sufrimiento del otro y con el nuestro necesita práctica de sabiduría para
aceptar todo aquello que aparezca en la mente, para desarrollar el amor y la
generosidad hacia uno mismo y los otros, practicar de forma que cuando llegue
el sufrimiento del otro podamos expresar esa generosidad y calidez y solo buscar
dar respuestas positivas para ayudar a que la otra persona se sienta bien.
Desarrollar la
ecuanimidad nos hace comprender el sufrimiento del otro con otra perspectiva, dándonos
cuenta de que en realidad todos sufrimos y que no somos los causantes del
sufrimiento, tampoco a veces podemos quitarlo, sólo podemos aliviarlo.
El sufrimiento nos
lo producen las emociones negativas,
gran parte de estas emociones se producen en los contextos interpersonales.
Existen problemas con
las expectativas, lo que esperamos de otros y lo que creemos que los otros
esperan de nosotros.
El sufrimiento
primario no es evitable, pero la mayor parte si es evitable, porque las
interpretaciones que hacemos y las expectativas que tenemos la mayoría de las
veces son erróneas.
Siempre nos valemos
del estereotipo, siempre etiquetamos al que tenemos al lado, al que está
trabajando con nosotros a alguien de nuestra familia, al que vende en el
supermercado, siempre estamos haciendo valoraciones de una mirada, nuestro diálogo
interno evalúa constantemente.
Nos inventamos una historia de nuestra vida que la
mayoría de las veces poco tiene que ver con la realidad, huimos de lo que nos
duele o nos es desagradable y nos acercamos a aquello que valoramos agradable o
positivo, la mayoría de las veces esas valoraciones no son reales.
Cuando conocemos a una persona inmediatamente hacemos la
ficha y la etiquetamos y siempre intentamos hacer con nuestros juicios que se
cumpla esa valoración inicial dando o quitando importancia a los rasgos de esa
persona, según nos haya caído bien o mal, si nos recuerda a alguien positivo,
de manera inconsciente, lo hemos metido en la misma etiqueta que si es
negativo, hacemos lo mismo, juzgamos por el vestir, por el acento al hablar,
siempre buscando confirmar lo que pensamos.
Una persona valorada
negativamente, ha de hacer cinco cosas seguidas con valoración positiva para
que cambie la imagen que teníamos de ella.
Lo importante es darnos
cuenta de ese proceso de valoración que hacemos de forma automática, ya que
mientras habla la otra persona, la mente no calla. Solo podemos entender,
ayudar a otra persona desde el silencio, dándole nuestra atención.
Para hacer esto debemos preparar
lo que vamos a decir a la otra persona, no emitir juicios, ni descripciones.
Nos valoramos a nosotros mismos y nos comparamos con los
otros, como una forma de distinguirnos, diferenciarnos del otro, de esa forma justificamos
lo que nos separa de una grupo o persona, según como nos definimos así
seleccionamos a la gente que nos rodea.
PRINCIPALES SESGOS
INTERPERSONALES
1. Juzgar en vez de describir, la etiqueta
condiciona mi relación con el otro.
2. Generalizar, un acto, algo que haya hecho
esa persona o nosotros no nos define y tampoco a la otra persona.
3. Leer la mente de los otros, no podemos
saber sus sentimientos o intenciones, creemos que podemos interpretar lo que
piensan o sienten otros por arte de magia.
4. Pensar que siempre tiene elección, no lo
hacen para fastidiarnos.
¿QUÉ ME UNE A LOS
DEMÁS?
·Admiración
genuina: Cada persona es un héroe que tiene que afrontar una vida difícil.
Por sus cualidades, por su capacidad de lucha.
·Compasión:
Todos buscamos la felicidad y evitar el sufrimiento.
El sufrimiento existe, la insatisfacción, la preocupación,
constantemente estamos debatiendo para sobrevivir a los contratiempos. La ignorancia
mantiene ese sufrimiento, nuestra mente que siempre está preguntándose y
emitiendo diálogo consigo mismo y que no nos deja descansar.
Nos creemos que somos
lo que pensamos y evitamos tener experiencias desagradables o que creemos que
lo son.
La vida no es fácil, es muy compleja, los seres humanos
sufrimos y sufrimos mucho, lo hacemos padeciendo enfermedades, pérdidas, dolor
físico, dolor emocional.
Los seres humanos conocemos lo que es la tristeza, el miedo,
la angustia, la desesperación, todos experimentamos malestar, descontento e
insatisfacción
El sufrimiento es una experiencia de padecimiento de dolor,
tristeza o malestar, tenemos muchas experiencias a lo largo de nuestra vida, de
una manera sufrimos al nacer, mientras crecemos, al envejecer, al enfermar, al
perder lo que deseamos, al desear lo que no tenemos, al tener lo que deseamos,
sufrimos al morir y ante la muerte.
El sufrimiento nos
acompaña en nuestro día a día, mediante sutiles
sensaciones desagradables, tenues experiencias
de malestar como preocupación, insatisfacción o una mera intranquilidad.
Es importante tomar consciencia de la existencia de
este sufrimiento sutil, es decir de la percepción de daño, de falta de control
y de la de falta de recursos real o no, junto con la sensación de amenaza.
¿Cuántos
acontecimientos de sufrimiento, de lucha por la supervivencia pasan por nuestra
mente? Son a veces inagotables, la mente se imagina problemas, que no van a
existir jamás.
· Creer que, por naturaleza, de serie, los
seres humanos somos psicológicamente sanos.
· Creer que, teniendo las necesidades
básicas cubiertas, que dadas ciertas condiciones debemos de ser felices, estar
sanos, contentos, satisfechos, etc.
· Creer que lo normal es no padecer dolor,
sufrimiento desdicha, insatisfacción, tristeza, pena, etc.
Este supuesto implica considerar el sufrimiento como algo
anormal, la enfermedad, los síndromes, etc.…
Implica rechazar explícita o implícitamente el sufrimiento
de nuestras vidas.
Conlleva a ser intolerante ante el sufrimiento y esto supone
más sufrimiento.
La búsqueda de la felicidad puede constituir una verdadera
trampa y en torno a ella giran numerosos mitos:
· Creer que la felicidad es el estado
natural del ser humano.
· Creer que si no eres feliz tienes un
problema
· Creer que para ser feliz debes sentir
bienestar.
· Creer que puedes y debes eliminar tus
pensamientos y sufrimientos negativos.
¿PUEDE MINDFULNESS
AYUDAR?
Erradicar la
ignorancia, ver con claridad, ver la realidad de lo que está ocurriendo,
saber y darnos cuenta de quienes somos en realidad, de que somos y cuál es
nuestra naturaleza, saber cómo funcionamos, las leyes que nos gobiernan, comprender
el funcionamiento de lo que somos como estructura biológica y psicológicamente
en interacción continua con el ambiente.
Darnos cuenta de por qué sufrimos, de cuáles son sus
causas, las variables que influyen y los factores que intervienen.
Existe una ignorancia
generalizada sobre nosotros mismos, que somos y cómo funcionamos. Esta
ignorancia de cómo funcionamos en nuestra vida, y en el mundo nos lleva a creer
ciertas, verdades que no lo son, y nos llevan a vivir de una forma ilusoria.
Dentro de esa ilusión no hay sufrimiento, mindfulness tiene como objetivo comprender lo
real de forma profunda y experimentando en nosotros mismos cómo es la realidad
de las cosas, saber cuál es la verdad detrás de nosotros mismos.
Darnos cuenta de que el MI, MIO, YO es una construccion mental.
Con la práctica
regular fortalecemos la zona medial de la corteza prefrontal, la zona media de
la frente.
Las nueve funciones de esta parte del cerebro que se ven
fortalecidas con la práctica son:
· 1.- La regulación del cuerpo.
· 2.- Capacidad de sintonización con
nosotros mismos y los demás.
· 3.- El equilibrio emocional
· 4.- Calmar el miedo.
· 5.- Capacidad de pausarse de pensar
antes de tomar una decisión, una acción.
· 6.- Introspección, ver la relación
causa efecto en nuestra propia vida.
· 7.- Desarrollo de empatía.
· 8.- Intuición y capacidad de encontrar
soluciones nuevas.
· 9.- La moralidad o sentido de justicia, la
ecuanimidad.
La práctica diaria, hace que nos sintamos más en
sintonía con nosotros mismos, vivamos más equilibrados, con más capacidad de
ver las emociones con cierta distancia y equilibrarlas, teniendo la capacidad
de conectar con nosotros mismos y ver que se necesita, más capacidad de pararse
antes de hacer una cosa, de meditar antes de hacer, de controlar los impulsos y
conectamos mejor con los que nos rodean.
La felicidad está cuando estamos y dónde estamos, dónde está
la mente cuando pasan las cosas, la depresión anula a la persona en el pasado y
la ansiedad constante en la preocupación por el futuro, la felicidad esta
siempre en el presente, creemos que la felicidad es tener la mente en blanco,
no pensar, relajarnos, eso es una huida de lo que es sin aceptación,
Aceptar que la
felicidad y el sufrimiento están en nuestra mente, lo que nos hace felices
no es lo que nos ocurre, sino lo que nuestra mente piensa que ocurre, si no
podemos ser felices hoy, ahora en este instante, no podremos serlo nunca.
Mindfulness nos ayuda
a tener una visión clara de las cosas que nos pasan, nos damos cuenta de que
nuestros pensamientos no son voluntarios, sino automáticos y que son solo eso
pensamientos, observamos la realidad sin prestar al pensamiento que juzga,
critica o etiqueta lo que nos ocurre.
Tenemos una visión en nuestra cultura de que hay que salir a
buscar la felicidad, hay que luchar por ella, haciendo cosas, siendo una manera
determinada, MODO HACER. Y no nos
damos cuenta de que la felicidad está dentro de nosotros en el aquí y ahora, en
la aceptación del presente. MODO SER.
Mindfulness ayuda al bienestar físico y psicológico, es una
técnica psicológica que permite alcanzar ese estado, cuando la mente no hace
nada gasta el 20 a 25 % de nuestra energía, cuando no tiene una tarea concreta
siempre está activa, pensando en mis problemas, mi familia, mi trabajo, yo
debería de ser así, debería de conseguir esto o aquello, esto podría haber sido
mío, esto podrá ser mío, tengo que, quizás pueda hacer y así sigue y sigue sin
parar y desequilibrándonos en nuestra vida cotidiana no llegamos a darnos
cuenta de que hay que parar esa forma de
hacer para poder ser y sentir de otra manera.
¿QUÉ HACER CON LA
MENTE?
No alimentar los pensamientos sólo:
1. Observar, la mente vaga de un sitio a otro,
de un pensamiento a otro.
2. Elegir un punto de anclaje, respiración,
cuerpo…
3. La mente divaga, pierde el punto de
anclaje, volver amablemente, una y otra vez.
Reconocer la pérdida del foco, la mente puede tardar unos
minutos, en cuanto nos demos cuenta, de nuevo volver con amabilidad, pero con
firmeza, es como amaestrar a un mono loco, adiestrar a una mascota, difícil al
principio, pero se puede aprender.
El bienestar
psicológico que conseguimos con mindfulness ayuda a alargar la vida y
sobrellevar el malestar emocional en nuestra vida.
No enjuiciar y aceptar lo que ocurra, no tener
expectativas, no se trata de tener una experiencia mística, ni de encontrar
relajación, al contrario, hay que estar despierto/a.
Nuestra mente no para
nunca de trabajar, de mandarnos imágenes, verdaderas o inventadas, de emitir
juicios, de valorar los hechos pasados, presentes, futuros, se trata de serenar
la mente, pero sin forzar ni luchar con ella, para ello tenemos que poner
nuestro foco de atención en otra cosa que no sean nuestros pensamientos, para
que esa atención apague la voz de nuestra mente, ese duendecillo que no calla.
La respiración es el
foco de atención más importante, es una función de nuestro cuerpo que se
realiza de forma inconsciente y que mantiene vivo a nuestro cuerpo, no tenemos
que cambiar nuestra respiración, ni alargarla, ni acortarla, solo observarla, a
veces será más larga, otras más corta, o más profunda, nosotros solo
observamos, en cuento comenzamos a centrarnos en la respiración, nuestra mente
se va y aparecen los pensamientos, es algo normal, siempre de una forma amable,
pero firme, sin criticarnos por creer que no estamos haciéndolo bien, volvemos
de nuevo a nuestra respiración……. Se trata de ir una y otra vez a observar
nuestra respiración.
Elegir un momento al
día para ello para llevar una práctica regular al menos seis de los siete días
de la semana. Se trata de incorporarlo a nuestra vida como una forma nueva de
ser y sentir.
Dejamos el modo hacer, la prisa constante al menos en ese
momento del día que nos dedicamos a nosotros mismos, aceptándonos tal como
somos, sin creer que algo va mal en nosotros o que no lo hacemos bien,
regalarnos ese espacio y tiempo para descansar nuestra mente y nuestra
conciencia en la conciencia misma de lo que somos y sentimos en ese momento
mismo en el que estamos, sin mirar atrás o hacia delante, solo en este instante
en el que somos testigos de nuestra respiración y vivir ese momento a momento.
Incorporarlo a
nuestra vida cotidiana al menos durante seis meses y ver qué pasa como un
tratamiento a nuestra mente. Los cursos de reducción de estrés que se presentan
a nivel clínico y que tienen ya evidencia científica muestran como llevando a
cabo una práctica de ocho semanas,
durante al menos cuarenta y cinco minutos ya nuestro cerebro ha cambiado y
favorece la recuperación de enfermedades, porque aumenta el nivel inmunológico,
ya que si reducimos el estrés, este mejora, está demostrada su eficiencia en la
depresión, en enfermedades crónicas, en pacientes con cáncer, en la educación a
niños y adolescentes, en la universidad y empresa.
Cada vez se incorpora
a más ámbitos de la vida cotidiana, hoy en día las investigaciones nos
demuestran que es posible cambiar la estructura de nuestra mente con la práctica
continuada y que nuestra vida cambia.
Hacerlo por uno/a mismo/a, seleccionar un lugar y
tiempo que nos vamos a regalar a nosotros mismos para estar con nosotros, somos
compañeros inseparables, nosotros y nuestra mente.
La práctica guiada
puede ser concentrada en la respiración, en el sonido, en el silencio, sentir
el cuerpo, aceptando esa experiencia momento a momento.
La postura, el porte es importante, en la medida que se
trata de estar despiertos, alerta, no dormirse, aunque si te duermes tampoco
pasa nada el cuerpo lo necesitaría, cuando te despiertes vuelves a iniciar de
nuevo la práctica y no pasa nada, puedes estar sentado en una silla, en un
cojín, tumbado, no cruzar las piernas, se trata de estar en una postura cómoda,
pero firme de forma que nuestra atención este despejada de dolores de espalda,
hormigueo de piernas, lo más cómodo posible, pero alerta.
Estar despierto, nos
mantiene en el momento presente, reducir las distracciones, elegir un tiempo
sin interrupciones de personas, móvil, internet.
ATENCIÓN PLENA AL
COMER
Usar todos nuestros sentidos para saborear el alimento y su
transformación en nuestra boca, percibiendo las sensaciones que produce, olor,
forma, transcender al alimento y pensar de dónde viene y cómo ha llegado hasta
nosotros. Pausar la comida y saborear, esta práctica es difícil con el ajetreo
y prisas que tenemos siempre, se trata de hacerlo en pequeños momentos de
nuestra comida, el postre, la fruta, esa comida especial que no apreciamos o
esa comida habitual que puede sorprendernos.
ATENCION PLENA AL CAMINAR
Pasear sin prisas, darnos cuenta del movimiento de nuestro cuerpo, nuestra respiracion, la postura de nuestro cuerpo, percibir las sensaciones que nos llegan y sentir cada paso. No hay que ir a ningun sitio concreto, caminamos para disfrutar de ese paseo. A veces aprovechar que nos movemos de un sitio a otro para cortar el estres de llegar cuanto antes y pararnos un poco en recrearnos en el camino, para cuando lleguemos a nuestro destino, las pilas estas recargadas y no agotadas.
ATENCIÓN PLENA EN LA
RESPIRACIÓN
Sensaciones de entrada y salida del aire por la nariz, el
movimiento del pecho, el movimiento del abdomen u observar la respiración en
general, allí donde sea más cómodo y siempre atentos a la entrada y salida del
aire, cuando perdemos el contacto con la respiración, restablecer amablemente
de nuevo la atención, no se trata de conseguir nada, sino de sentir la
respiración y volver una y otra vez a ella, lo más importante es la calidad de
la atención y la experiencia.
Dedicar un tiempo cada día y breves instantes a lo largo del
día, mindfulness dos minutos, tres minutos, cinco minutos, y vamos
relacionándonos con la experiencia diaria, como una forma de cortar la prisa,
el estrés, las emociones contradictorias que pueden aparecer en nuestro día.
Respiramos y percibimos ese instante como es sin juzgar o criticar nada,
sintiendo simplemente el aire que entra y sale y retomamos los quehaceres más
calmados y centrados.
ATENCIÓN AL CUERPO
Prestar atención al cuerpo, no se trata de relajarse, ni de
eliminar los pensamientos, cuando la mente se despista, volver amablemente a
recorrer el cuerpo donde estemos en ese momento, ser consciente de ser
consciente.
Darnos cuenta de que podemos observar que observamos el
cuerpo, descansar nuestra conciencia en la conciencia, podemos ver a la
conciencia que observa el cuerpo y volver una y otra vez a ella cuando la
perdemos.
ATENCIÓN AL SONIDO
Escuchar los sonidos que están presentes, percibir todo lo
que nos llegue, sentir el silencio, los pensamientos seguirán produciéndose,
pero no es importante, lo importante es darnos cuenta, los pensamientos pasados
y futuros no tomarlos como algo a lo que hay que atender, aprender a no
mantener el diálogo interno, no se trata de suprimirlos sino de darnos cuenta
de que son sólo eso pensamientos y no son realidad.
Reposar la conciencia en los sonidos y lo demás no importa
sólo observar.
Desarrollar una serie de habilidades que nos permitan traer
mindfulness a nuestra vida, aprender que la atención y la concentración nos va
a permitir observar más claramente.
Monitorizar constantemente nuestra mente para darnos cuenta
de cómo crea el sufrimiento ella misma, no nos viene de fuera, sino de nuestra
mente. Aceptación con amor, amabilidad, aceptación y generosidad, que es usado
para calmar y dar confort a nuestra mente.
Las actitudes que debemos tener para desarrollar el
mindfulness son las que nos van a ayudar a desarrollar dentro de nosotros una
forma de vida, una forma de sentir lo que nos pasa y de saber dónde estamos
situados en cada momento de nuestra vida, ver mejor la realidad y poder
centrarnos en lo que está pasando en nuestra vida.
ÉTICA
Generosidad, gratitud, dominio de uno mismo, perdón, amabilidad,
alegría, empatía y ecuanimidad. Darnos cuenta de lo que está bien y lo que está
mal y ver las cosas desde la realidad, sin etiquetar, sin juzgar, buscando el
equilibrio y sin perturbarnos por el dolor, las emociones, los sentimientos.
NO JUZGAR
Ser consciente, pero no valorar, criticar, ni tratar de
cambiar las cosas, verlas como son y aceptar la realidad. No se trata de
adoptar una actitud pasiva y quedarnos quietos al verlas venir, sino aceptar lo
que es y cómo es sin sufrir por ello si son adversas o desagradables sin apego
porque son buenas y agradables.
PACIENCIA
Siempre estamos intentando ir de una cosa a otra, de un
lugar a otro, siempre de una tarea a otra, eso nos impide estar dónde estamos
ahora. Como una mariposa que revolotea de un lado a otro sin dirección.
EL PRESENTE
Estoy aquí y ahora soy, ahora es el presente que estamos
viviendo en este instante, esta es nuestra realidad y nuestro momento de vida.
MENTE DE PRINCIPIANTE
Podemos creer que sabemos mucho, que somos especialista de
algo y no nos damos cuenta del enorme conocimiento que existe en el mundo.
Se trata de estar abierto al conocimiento nuevo, no importa
lo que sepamos, la mente siempre puede aprender algo nuevo y enriquecernos por
ello.
CONFIANZA
Pensar en qué podemos confiar, nuestros pensamientos a veces
nos engañan, la intuición hay que descifrarla, los sentidos nos pueden engañar,
las apariencias de las cosas no son la realidad. Confiar en el cuerpo, pero ¿Qué
ocurre si está enfermo, si nuestra mente está enferma y nos hace ver una realidad
que no existe?
Vivir plenamente a pesar de ello, tomando conciencia de la
conciencia, ser conscientes de que somos conscientes y cuestionarnos todo lo
que vemos, sentimos y oímos de forma que estando aquí y ahora es lo que cuenta.
NO ESFORZARSE
Practicar Mindfulness no ha de ser un esfuerzo, en el
momento de la práctica no hay nada que hacer, ningún lugar al que ir, estamos
aquí y ahora, no hay nada que obtener, nada que interpretar o aprender, solo
observar y estar en el presente. No se trata de relajarse, se trata de estar
despierto, no hay prisas, este instante mismo es el futuro que estamos
construyendo, el pasado se fue, asumir el presente para cambiar el futuro,
somos lo que somos hoy, no lo que fuimos, o lo que seremos mañana.
Sino estamos atentos, siempre aparecerá un lugar en nuestra
mente donde estar mejor, un lugar imaginario que no existe, que no es real,
solo es una construcción de nuestra mente, que no acepta lo que hay en este
momento en el aquí y ahora, en el momento presente. Se trata de estar
despiertos y atentos de forma consciente.
ACEPTACIÓN
No basta con aceptar las cosas, es algo muy difícil, se
trata de prestar atención al mundo que nos rodea atendiendo al modo en el que
se dan las cosas y ser consciente de ello, para poder saber cómo actuar de
forma adecuada.
Puedo tener dolor crónico, lo acepto y aprendo a vivir mejor
a pesar de ello. Soy más que mi dolor, que mi tristeza, que mi desaliento, que
mis pesares o alegrías.
Estamos apegados a una serie de ideas y opiniones o
pensamientos y creemos que el mundo es así, creer que hay cosas y personas
imprescindibles, se trata de aceptar las cosas tal como son, nada ni nadie es
imprescindible, ni nada, ni nadie es mejor o peor, no se trata de resignarse o
que nos resbale todo, sino de aceptación de lo que es en este momento.
DEJAR IR
No apegarse, ni aferrarse ni a lo que queremos, ni a lo que
no queremos, reconocer que somos algo más, no somos el producto de nuestros
pensamientos, mi, mío, yo, siempre creyendo que somos el centro de algo, mi
opinión, mi carácter, esto es mío, yo soy, yo tengo. Ser y dejar de ser. Hacer,
sentir y dejar de decir, dejar los miedos, angustias, los anhelos, alegrías,
penas. No se trata de alejarse de la realidad, sino de abrazarla de un modo
nuevo, es una forma de ser que se consigue a través de la práctica.
Vamos a comenzar. Lo
primero ¿de dónde viene? y ¿hacia dónde va el mindfulness?
Fue desarrollado en Oriente, India, China, Nepal y otras
culturas orientales durante miles de años.
¿Por qué ahora? Es la moda
en Occidente y está en diferentes ámbitos de la medicina, la psicología, el
entrenamiento de alto rendimiento, en el mundo empresarial, la educación...
etc.
Se ha extendido debido a la evidencia científica, ya que el acercamiento de la ciencia requería
de pruebas para reconocer su eficiencia. Fue Jon Kabat Zinn, en 1979 quién con su programa de reducción de
estrés se convirtió en pionero y padre de lo que hoy conocemos.
Su programa ayudó a
muchas personas a calmar su ansiedad, su estrés, a vivir mejor con su
enfermedad y a llevar mejor sus acontecimientos del día a día.
Últimamente se ha ocupado la neurociencia de demostrar los
cambios estructurales que se producen en el cerebro tras la práctica continuada
y su ayuda con la estimulación de la memoria.
¿QUÉ ES MINDFULNESS?
Mindfulness se puede traducir como conciencia plena, atención
sin juzgar, aceptación, generosidad y amabilidad.
Hay tres desarrollos
o crecimientos importantes en el mindfulness:
·Desarrollo de la conciencia en el presente,
experiencia con aceptación:
Centrarse en focalizar la atención. Todos hemos tenido la experiencia en
la que la mente va por un lado y el cuerpo va por otro, por ejemplo, conducir,
cuando conducimos por el camino habitual no tenemos que pensar por dónde ir. Utilizamos
un aprendizaje automatizado y la mente no se ocupa de ello si no presta
atención.
La mayoría de las veces no estamos en el momento presente,
los momentos que nos importan son aquellos en los que nuestra mente está, sino
no nos damos cuenta y la vida pasa sin percatarnos de ello. Gastamos nuestro tiempo
pensando en los hechos pasados o las fantasías del futuro.
Mindfulness ayuda mediante la práctica a desarrollar la
conciencia del presente, del momento en el que estamos ahora. La vida es
difícil para todos, los cambios, las pérdidas son inevitables, el sufrimiento
en gran parte aparece porque no sabemos lidiar con la pérdida, “he perdido a mi pareja, he perdido el
trabajo, he perdido el sueño de mi vida, he perdido… “ y siempre esperando
algo que nunca llega y nos perdemos los que nos está pasando hoy.
·Desarrollo de la autoestima: El mal
desarrollo de la autoestima, siempre comparándonos con otros o lo que somos en
relación a otros. Nos comparamos por la riqueza o posición social,
inteligencia, apariencia física o por tener algún talento o destreza, esa
preocupación constante de la comparación con el otro. Mindfulness ayuda con
todo esto, nos ayuda a aceptar las cosas como son, no como deseamos que sean,
nos ayuda a lidiar con la enfermedad o con la muerte, también nos ayuda a
perder esa preocupación constante de tener que estar siempre compitiendo,
siendo la mayoría de las veces con nosotros mismos. Se trata de experimentar la
riqueza del momento presente más plenamente. El saboreo es la mejor vía para
alcanzar el bienestar. Finalmente nos ayuda a conectarnos al mundo exterior,
nuestra familia, sociedad, universo.
·Desarrollo de la empatía: Mindfulness
también nos ayuda a ir más allá de la persona o cosa que tengamos y a no
creernos nuestros juicios, no condenar a una persona con la que he tenido un
desencuentro hoy, no tomar las cosas de forma personal, ver más allá del
momento. A veces nuestras valoraciones dependen de nuestra propia lucha
interna. Estar presente en las relaciones con los otros, desarrollar la empatía,
apoyar a otros y a lo que hagamos a largo plazo hasta que se instaure en
nuestra vida.
Aprender a no actuar de forma
impulsiva en los casos urgentes, responder tras pensar, no de forma automática.
¿CÓMO LLEGAR A SER MÁS
MINDFUL?
A través de la
práctica, no se trata de desarrollar una mente en blanco o de callar los
pensamientos, ni de establecer distintas relaciones con nuestros pensamientos,
sino de observarlos entrar en la mente e irse y no creérnoslos ni
identificarnos con ellos. Mucha gente cree que mindfulness sólo es para los
tiempos malos y que se librará de los pensamientos negativos enseguida al
practicar, no funciona así. En realidad, sentimos nuestras emociones, incluso
nuestro dolor más vívidamente. Pero quizás porque no nos resistimos a ese
dolor, esa emoción termina por hacernos sufrir menos.
Desarrollar las prácticas, adquirir un compromiso,
llegar a enriquecerse y llenar nuestra vida, incluso aunque a veces consigamos calmar
la mente sentir algo de paz, no se trata sólo de eso, sino de aceptar cualquier
cosa que llegue.