Hoy he tenido un dia bueno
Personalidades mas optimistas y positivas con una visión de que puede
seguir haciendo ciertas cosas a pesar de su enfermedad, las valoraciones
positivas de las ganancias y el valorar lo que los enfermos crónicos
llaman “HOY HE TENIDO UN DIA BUENO” cuando sus dolencias le han
permitido hacer cosas parecidas a las que hacían antes de estar
enfermos o cuando han conseguido que alguien les valore el esfuerzo.
EL OPTIMISMO COMO FACTOR PROTECTOR
En cuanto a la salud, el Optimismo como factor de personalidad me
parece de gran relevancia. La actitud que se adopta ante la vida diaria
influye en la salud física, psicológica y social. Valorar los aspectos
positivos de cualquier situación, ser realista, utilizar la autocrítica para
buscar nuevas soluciones promueve una visión optimista de la vida. El
optimismo, junto con la Resistencia frente a las adversidades del tipo
que sean, potencia y mejora la salud en general ya que uno se vuelve
más activo y el rendimiento en cualquier aspecto aumenta. La persona
optimista confía en sí misma y esto repercute positivamente en la toma
de decisiones para afrontar los problemas y mejora la relación con los
demás. La valoración cognitiva que hace una persona optimista de la
situación estresante irá dirigida a la solución del problema, a la
amortiguación de las emociones negativas que genera y a buscar
estrategias de afrontamiento ajustadas a la situación, esto repercute
positivamente en el mantenimiento de la salud. Se trata de valorar que
las cosas pasan y no interpretar el optimismo como algo fuera de la
realidad, sino centrado en el presente aportando soluciones y distintas
alternativas a los eventos negativos que van sucediendo.
El optimismo determina en muchas ocasiones el estado emocional de
una persona y está demostrada la relación que existe entre la emoción y
la respuesta fisiológica del organismo a nivel del sistema nervioso
vegetativo. Éste controla el ritmo del corazón, la presión arterial, la
secreción de hormonas, la movilidad del aparato digestivo y el
funcionamiento del sistema inmune y otras funciones vitales. El
optimismo, por tanto, puede ser un factor protector de la salud dado
que potencia el buen funcionamiento del organismo por el equilibrio que
produce en las respuestas físicas comentadas. Además la persona
optimista suele adoptar hábitos de vida saludables que previenen la
aparición de enfermedades tanto físicas como psicológicas. En cuanto al
aspecto relacional, las personas optimistas suelen ser menos
desconfiadas, menos hostiles y con más apertura a la experiencia, lo que
fortalece las relaciones sociales que establecen. Todos estos factores en
su conjunto actúan de protectores de la salud, siendo la personalidad
resistente la que mas se adapta a todas las contrariedades de la vida, la
que mejor se adapta cuando existe enfermedad o cuando hay que
adoptar conductas de salud.
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