Aprender a tener buena suerte
Acostumbramos a cometer dos errores fundamentales a la hora de valorar nuestra suerte. El primero es pensar que somos responsables de nuestra buena suerte, pero no solemos creer que somos responsables de nuestra mala suerte. El segundo es que la suerte sólo favorece a aquéllos que están en el lugar adecuado en el momento adecuado, cuando en realidad todo depende de tener la mentalidad adecuada: prestar atención a las oportunidades que se nos presentan y exprimirlas
Wiseman dedicó una década a estudiar a las personas que se consideraban afortunadas, así como a las personas que se consideraban desafortunadas. Llegó a la conclusión de que hay básicamente tres factores para explicar por qué las cosas buenas siempre pasan a las mismas personas, que fueron desarrolladas en su obra Nadie nace con suerte.
Primer Factor: los individuos con suerte acostumbran a hacer caso a sus corazonadas. Los desafortunados ignoran su propia intuición y luego se arrepienten de la decisión tomada. Con la suerte se pone en funcionamiento la inteligencia intuitiva que defiende Malcolm Gladwell en su libro titulado, precisamente,Inteligencia intuitiva.
Segundo Factor: los individuos con suerte perseveran cuando sufren un fracaso, mostrándose siempre optimistas: acostumbran a pensar que sucederán cosas buenas.
Tercer Factor: los individuos con suerte tienen la habilidad de convertir la mala suerte en buena suerte. Ante la obligación de llevar a cabo un cambio, los afortunados suelen afrontar el cambio como algo deseado o positivo. Los psicólogos llaman a esta capacidad «mentalidad de inversión»: poder imaginar al instante que las cosas podrían haber sido mucho peores, pero que afortunadamente no lo son.
En resumen, las personas que disfrutan de buena suerte tienen en común estas 4 formas de pensar y actuar:
1. Saben ver, aprovechar, y crear oportunidades. Tienen una actitud abierta hacia la vida y las demás personas.
2. Prestan atención no solo a su razón sino también a su intuición.
3. Esperan cosas buenas de la vida. Tienen confianza y esperanza en que el futuro será mejor.
4. Ven el lado positivo en lo que les ocurre. Intentan ser constructivos en todo momento a pesar de las posibles dificultades que les puedan surgir.
2. Prestan atención no solo a su razón sino también a su intuición.
3. Esperan cosas buenas de la vida. Tienen confianza y esperanza en que el futuro será mejor.
4. Ven el lado positivo en lo que les ocurre. Intentan ser constructivos en todo momento a pesar de las posibles dificultades que les puedan surgir.
La buena predisposición y actitud de la persona parece ser un factor clave para la buena suerte, y esto depende en gran parte de uno mismo.
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