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viernes, 31 de mayo de 2013

Vivir con humor

31 de Mayo


Vivir con humor



Estar de buen humor fortalece el sistema inmunológico, puesto que la risa ahuyenta las enfermedades y prolonga la vida mientras que la tristeza y la depresión nos debilitan, haciéndonos más vulnerables. Los científicos han demostrado el vínculo estrecho entre el estado emocional de las personas y el funcionamiento de sus sistemas de defensas. 
Tener sentido del humor no significa ser un payaso o pasarnos el día contando chistes. Se trata de responder con una actitud positiva ante los retos o situaciones difíciles que nos encontramos en el día a día. El humor nos permite enfrentarnos a una situación difícil sin dejarnos secuestrar por las emociones negativas. Nos ayuda a crear ambientes más relajados y favorables para la toma de decisiones y la solución de conflictos; y nos protege, en cierta medida, contra el estrés.
El sentido del humor nos permite ver los problemas desde otra perspectiva, con mayor flexibilidad y distanciamiento. Muchos expertos en el tema consideran que la esencia del humor está en la capacidad de reírse de uno mismo. Esta actitud se admite como signo de inteligencia y de buena salud mental. Reírnos de nosotros mismos significa que estamos a gusto en nuestra piel, a pesar de nuestras imperfecciones; que nos aceptamos como personas falibles, que pueden equivocarse. Si alguien se ríe de nosotros no nos importará demasiado porque nosotros nos habremos reído primero.
El sentido del humor es una forma de enfrentarse a la vida, de verla de forma positiva y enfrentarse a ella con fuerzas, ganas y energía.
El sentido del humor es en muchos casos la clave para enfrentarnos a la vida, y en especial a los problemas. Cuando utilizamos el sentido del humor estamos relativizando nuestros problemas, y de forma innata confrontamos nuestra interpretación con la realidad. Lo importante no es tanto lo que nos pasa, sino cómo lo interpretamos, cómo nos lo contamos.



jueves, 30 de mayo de 2013

El bienestar mental y emocional

30 de Mayo

El bienestar mental y emocional



Si tenemos alguna dolencia, alguna molestia fisica, enseguida buscamos para aliviarlo. Pero parece que ante la tristeza, el miedo, la ansiendad, el resentimiento, la ira, la depresion, solo pensamos en que quizas el tiempo, o nosotros solos seremos capaces de lidiar con todas estas emociones que  en muchas ocasiones nublan nuestra mente o incluso esperamos que desaparezca solo.
Si supieramos en realidad como alcanzar la solucion, no habria sufrimiento y el bienestar mental y emocional se alcanzaria. Cuando hay dolor se utiliza una pastilla que alivie el malestar  y  se pasa, sino ocurre asi vamos al medico y nos ponen tratamiento.

Lo que no sabemos es que sino alcanzamos el bienestar mental y emocional, el vivir lleno de emociones negativas va a afectar a la larga a nuestra salud fisica. Porque somo un todo y tenemos que estar en equilibrio para que verdaderamente el malestar no acampe con nosotros.

Los estados negativos cuando no se solucionan afectan a nuestro cuerpo que se queja con alguna molestia o se va gastando por dentro afectando a algun organo. Las enfermedades cuando aparecen si nos tienen en un buen estado emocional, se solucionan antes o se sobrellevan mejor.

Lo importante de todo esto es saber que todo se puede aprender que se pueden trabajar las emociones y darnos cuenta de que nuestra actitud, compromiso, voluntad, la integridad y las ganas de crear vida en lugar de creer que estamos a  la deriva en un campo lleno de adversarios emocionales, nos da fuerzas para dirigir nuestra vida y ser fuertes ante los contratiempos.

 El primer paso es aprender a escuchar nuestros  sentimientos, sin juzgar. La autoestima se apoya en la capacidad que tenemos de elaborar juicios sobre nosotros mismos. Si dañamos nuestra autoestima, dañamos nuestro bienestar emocional. Escuchar. Abrazar  al silencio para escucharnos  a nosotros mismos. Reconocer nuestros  sentimientos, aceptarlos sin resignación, sentirlos sin valorar y expresarlos. No  culparnos por ellos ni pretender entenderlos. Dejarlos fluir. Los sentimientos, las emociones, las creencias son las que te capacitan para decidir cómo quieres actuar, con qué estado de ánimo quieres levantarte mañana. La realidad es única para todos, pero cada uno actúa en función de su propia percepción de la realidad, de lo que su mente ve y de lo que sus emociones sienten. Por eso es decisión sólo nuestra cómo queremos gestionar nuestros  sentimientos y cómo queremos actuar según las  experiencias y la propia realidad. El pasado sirve sólo para aprender de él, no para vivir en él.  La verdadera  actitud vive en el presente.



miércoles, 29 de mayo de 2013

Guardar Momentos

29 de Mayo

Guardar Momentos




Cuando vemos algo bonito lo fotografiamos, porque queremos un recuerdo, cuando volvemos a ver esa fotografia, rememoramos lo bonito que era.

En nuestra vida, tambien es necesario guardar igual que en una fotografia, los momentos buenos, felices, positivos, que nuestra mente se acostumbre a rememorarlos y cada vez que tengamos algun evento negativo, tener fácil acceso a esos momentos agradables.

Ya que lo positivo y negativo no pueden estar en nuestra cabeza a la vez, mejor acostumbrarse a tener habitos saludables y uno de ello es acostrumbrar a nuestro cerebro a pasar al pensamiento bueno, agradable y positivo  y asi impedir que el pensamiento negativo campe a sus anchas por nuestras neurtonas. Segun los cientificos, el cerebro positivo es distinto del negativo, se desarrollan distintas vias para las emociones, aquellas que se usan mas se desarrollan más y asi poco a poco van ocupando espacio.

En nuestra vida los eventos negativos y positivos se alternan, no todo es color de rosa, ser positivo, no es olvidarno de lo malo que nos pasa o  que ya nos paso, es cambiar la perspectiva, quejarnos lo justo y cambiar el pensamiento hacia la construccion y solucionar las cosas.

A veces es necesario derribar lo anterior y comenzar de nuevo, otras veces si hay buenos cimientos se puede quitar lo que no vale y seguir hacia delante. Lo importante darnos cuenta que las preocupaciones y el constante tintineo de la culpa, no sirven para nada.

A lo largo de nuestra vida, nos han pasado muchas cosas, a veces la mente   obvia algunas cosas y reconstruimos nuestra historia a nuestra manera para no hacernos daños nosotros mismos.Puede ocurrir que la realidad sea otra y vivamos en jauja, o que la tortura constante de lo mal que nos han ido las cosas y lo peor estar por llegar se quede en nuestra vida diaria y es posible que cada dia nos parezca tan simple como otro.

Guardar los momentos buenos y revivirlos a cualquier hora del dia, en cualquier lugar, a veces una sonrisa sin motivo en nuestro rostro, provoca una sensacion de bienestar que es muy valiosa.

Existen personas que van siempre con una sonrisa, otras con solo mirarlas ya vemos su lado oscuro.
Mejor ser de los que sonrien y piensan en que todas las cosas tienen un lado bueno.

Ser feliz es un acontecimiento lleno de pequeñas cosas, guardar lo bueno y amable de nuestra vida es lo que vale la pena.


martes, 28 de mayo de 2013

Tener expectativas

28 de Mayo

Tener expectativas



Es bueno tener expectativas, pero no demasiadas sobre todo cuando son relacionadas con otros, al igual que la buena suerte, crear circunstancias para que se cumplan es mejor que esperar que por arte de magia los otros cumplan con  lo que nosotros esperamos de ellos.

Si nuestras expectativas son muy altas, esperamos demasiado y se nos olvida que cada uno carga con una historia familiar y personal, lo que para unos es valiosos para otros no, lo que para algunos son altas expectativas, para otros simplemente es un hallazgo.
Cuando nuestras expectativas son demasiado bajas, cualquier cosa nos es bien recibida y puede parecer que no tenemos nada que dar al otro, que todo nos es bien recibido, se establecen dependencias, porque nosotros no tomamos partido es el otro que el que esta siempre dando y dirigiendo. Esto vale para cualquier relacion, en la pareja, con los hijos, en cualquier escenario de relaciones humanas.

Pero ¿Dónde esta el equilibrio?, expectativas ni muy altas, ni muy bajas, lo mejor que exista reciprocidad, dar y recibir y la relacion fluira en los dos sentidos.

Mantener expectativas positivas sobre algo equivale a sentirnos ilusionados, anticipando el desenlace satisfactorio de una situación. Si ésta se concreta de la forma en que esperábamos, perfecto, porque hemos disfrutado doblemente: antes, gracias a la ilusión, y después, cuando se produce aquello que habíamos previsto.
El peligro viene cuando pecamos de un “exceso de optimismo”, aunque sería más correcto llamarlo irreflexión. El impulso nos lleva a depositar nuestra esperanza en una situación (o en una persona, tal vez) y ésta no concuerda con lo que nosotros imaginábamos. Así es como llegamos a la decepción.
Por supuesto que es preferible ser optimista, pero como reza un conocido dicho: “Hay que esperar lo mejor y prepararse para lo peor.”
El optimismo es una actitud sana e inteligente, mucho más que el pesimismo. Algunos pensarán que es mejor tener malas o nulas expectativas sobre algo. Así, cuando lo bueno llega, nos alegra muchísimo, porque se trata de una alegría con la que no contábamos. Esta actitud puede ser inteligente en circunstancias determinadas, pero extenderla a todo aquello que nos rodea es nocivo para nuestro bienestar.
Necesitamos tener ilusiones y esperanzas para vivir mejor, para seguir luchando. El pesimismo puede aniquilarlas e impedir que alcancemos alegrías y logros muy valiosos.
Por eso, hay que remitir nuestras expectativas a la razón. Hagámoslo en nuestro beneficio.
En el caso de que se trate de expectativas negativas, que lo sean después de haber sopesado seriamente aquello que tenemos en contra. Si se trata de expectativas positivas, lo mismo. Dejarse llevar por la euforia, sin analizar los aspectos de la situación es nefasto y más cuando se trata de un proyecto importante.
Razonando sobre aquello en lo que depositamos nuestra esperanza podemos equivocarnos o no, pero las probabilidades de acertar son siempre más altas que si sólo nos llevamos por el impulso.



domingo, 26 de mayo de 2013

Crear circunstancias para tener buena suerte

27 de Mayo

Crear circunstancias para tener buena suerte






DECÁLOGO DE LA BUENA SUERTEExtraído del libro: La Buena Suerte (Alex Rovira y Fernando Trías)
  1. La suerte no dura demasiado tiempo, porque no depende de ti. La buena suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre.
  2. Muchos son los que quieren tener Buena Suerte pero pocos los que deciden ir a por ella.
  3. Si ahora no tienes Buena Suerte tal vez sea porque las circunstancias son las de siempre. Para que la Buena Suerte llegue, es conveniente crear nuevas circunstancias.
  4. Preparar circunstancias para la Buena Suerte no significa buscar sólo el propio beneficio. Crear circunstancias para que otros también ganen atrae a la Buena Suerte.
  5. Si "dejas para mañana" la preparación de las circunstancias, la Buena Suerte quizá nunca llegue. Crear circunstancias requiere dar un primer paso... ¡Dalo hoy!
  6. Aún bajo las circunstancias aparentemente necesarias, a veces la Buena Suerte no llega. Busca en los pequeños detalles circunstancias aparentemente innecesarias..., pero ¡imprescindibles!
  7. A los que sólo creen en el azar, crear circunstancias les resulta absurdo. A los que se dedican a crear circunstancias, el azar no les preocupa.
  8. Nadie puede vender suerte. La Buena Suerte no se vende. Desconfía de los vendedores de suerte.
  9. Cuando ya hayas creado todas las circunstancias, ten paciencia, no abandones. Para que la Buena Suerte llegue, confía.
  10. Crear Buena Suerte es preparar las circunstancias a la oportunidad. Pero la oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡siempre está ahí!.


CREAR BUENA SUERTE, CONSISTE EN CREAR CIRCUNSTANCIAS.






Perseguir nuestros sueños

26 de Mayo

Perseguir nuestros sueños



¿Por qué "elegimos" muchas veces no actuar a favor de nuestros intereses y de nuestra felicidad? Seguramente las razones serán muy diferentes en función de la persona pero, a priori, se me ocurren cosas como nuestro propio miedo al fracaso, a equivocarnos, a lo que puedan pensar los demás, a hacer el ridículo, a perder algo que consideramos valioso...En definitiva, ahí están nuestras creencias y pensamientos llevándonos una vez más por un camino que no deseamos. Todo ello muchas veces nos conduce a la inacción pero, si nos ponemos a pensar en las consecuencias de no tomar las riendas y "echarle un par", ¿no nos estaremos perdiendo algo muchísimo más grande que el hecho de no tener la aprobación de determinadas personas o contar con un error en nuestro historial?
No deberiamos temer las consecuencias, dejar un vida atras y comenzar otra, si no se prueba no sabremos como va a salir, es la naturaleza adaptarse a los cambios y perseguir la mejora, buscar nuevas oportunidades, nuevas relaciones y nuevos espacios donde ser feliz, se lo más relevante, porque el dia a dia se lleva gran parte de nuestra energia y estar en el sitio que queremos estar y con quien queremos estar nos facilita las cosas.
No debemos lamentarnos por las perdidas, sino luchar por nuestras metas, nuestros sueños, para sentir que la vida vale la pena, es bueno estar activo en ella y ser el protagonista de nuetro camino.
Dejar volar nuestra mente, ser consciente de nuestra realidad y ponerlas deacuerdo, mente y realidad y los sueños apareceran, como una via inconsciente que necesita el ser humano, siempre en busca de la felicidad.
Hacer que los sueños sean objetivos y metas a conseguir, la mente se relaje y busca vias de mejora cuando dejamos de presionarnos con los imposibles y pensamos que todo se puede conseguir.

Nunca es tarde para perseguir un sueño, seguir unos pasos es mejor y nos ayuda a dirigirnos al objetivo:
  • Dejar de ver las cosas como son, buscar mejorarlas y buscar soluciones, para que se abra el camino, es mejor quitar los obstáculos y se divisará mejor el horizonte al que nos dirigimos.
  • Buscar mensajes positivos, historias de personas que han conseguido cambiar sus vidas a pesar de la edad y las dificultades, que convirtieron sus sueños en realidad.
  • Buscar libros o leer blog de autoayuda, cuando exista un bajon, buscar estimulos para continuar motivados.
  • Pedir ayuda si es necesario, no todo se puede conseguir solo, hay gente valiosa que nos puede ayudar y es mejor buscarlas, asi sera todo mas accesible.
  • Conocernos a nosotros mismos, analizar nuestros pensamientos, conocer nuestras virtudes y nuestras debilidades.
  • .Rodearse de personas que han conseguido cosas, alejarnos de esos pesimistas que nos dicen que la resignacion es lo unico que queda, que con los tiempos que corren quien es capaz de arriesgarse, que solo nos agotan mentalmente, pues reproducen sus miedos y los dirigen hacia nosotros.
  • Hablar con los amigos, contarles nuestros sueños y pedirles ayuda si es necesario.
  • Evaluar nuestras relaciones, si son negativas cambiarlas, pues eso va a minar nuestras emociones y lo negativo no dejara pasar a los sueños, pues las frustraciones apareceran, es mejor alejarse de ellas.
  • .Visualizarnos dentro de nuestro sueños y recrear imagenes de nuestro sueño hecho realidad, al mismo tiempo buscar los distintos caminos para llegar a ellos y recorrerlos par ir pensando en los recursos y las cirscunstanciass que tenemos que crear para conseguirlos.
  • No pasa nada por cometer errores, equivocarse es normal cuando todo es nuevo, por eso ir creando pequeñas metas que vayan acercandonos poco a poco y vayan haciendonos grato el camino, porqu asi la sensacion de ir consiguiendo poco a poco cosas, nos ayudara a persistir e insistir una y otra vez.

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sábado, 25 de mayo de 2013

Experimentar Emociones Positivas

25 de Mayo

Emociones positivas


Las emociones positivas nos ayudan a levantar el ánimo, es más fácil experimentarlas cuando estamos con otras personas, por eso como seres sociales, establecer buenas relaciones nos va a dar un balance mas positivo. Mientras experimentamos emociones positivas, las negativas no aparecen, no se pueden dar al mismo tiempo, es como si se anularan la una a la otra.
Cuando recordamos buenos momentos y revivimos las emociones positivas de esos momentos nos sentimos bien y eso nos da felicidad, porque auyentamos lo negativo.

Dicen que un ejercicio diario, antes de irse a dormir es recordar los momentos buenos, revivir las emociones positivas y ser agradecido por cada momento bueno.
La vida diaria esta llena de acontecimientos estresantes, frustrantes, dolorosos, pero si conseguimos poner el acento diario en las pequeñas cosas buenas que nos van pasando, el balance sera siempre positivo y eso nos va a dar mas salud mental. Buscar soluciones para superar  crisis, al recuperarse de enfermedades el beneficio de buscar el lado bueno de las cosas es enorme, pues la alegria, el entusiasmo, la satisfaccion, amplian  el repertorio de pensamientos y se construyen mejores reservas de recursos fisicos, intelectuales, psicologicos y sociales para cada momento malo que atravecemos.
Si nos dejamos influir por lo positivo, se abre nuestra conciencia y cambia la percepcion de las cosas, es mas facil buscar soluciones, tomar decisiones no es tan dificil y es más facil que nuestras relaciones fluyan  e incluso mejoren.
Cuando experimentamos emociones positivas, nos desenvolvemos mejor en situaciones laborares o academicas y obtenemos mejores resultados, pues nos sentimos más seguros, mas plenos y nuestra actitud  y pensamientos no se colapsan.
Generar emociones positivas es saludable, nos transforma y transforma nuestras relaciones con los demás, nos hace sentir bien y vivir mejor.
Lo negativo siempre esta ahi, no se trata de ignorar los problemas, los conflictos, solo  se trata de no permitir que nublen nuestra vision de las cosas y que el equilibrio no se vaya por el camino de la pesadumbre y la sinrazon del peso de las emociones.

Ser optimista y positivo dentro de nuestra realidad de las cosas y ver que lo negativo se puede cambiar o mirar desde otro punto de vista, ya es un avance y poco a poco iremos cambiando nuestra vision de las cosas. Acostumbrarse a dar las gracias, ser agradecido y mirar lo bueno. No nos queda otra si quermos vivir sanos mentalmente y con emociones saludables.


viernes, 24 de mayo de 2013

Tomar decisiones y ordenar nuestras prioridades

24 de Mayo

Tomar decisiones y ordenar nuestras prioridades




Si ya hace tiempo, semanas, meses, que la queja nos acompaña, una relacion, un trabajo, nuestra situacion no mejora, nos sentimos extraños en el lugar que estamos, ya es hora de tomar una decision.
Según Einstein si buscamos resultados distintos, no hagamos siempre lo mismo.
Muchas veces los que estan a nuestro alrededor miran para otro lado cuando sacamos el tema, otras veces somos nosotros los que miramos hacia otro lado y casi siempre es para huir de aquello que nos hace daño.
Cuando nos acercamos a alguien y os sentimos mal, cuando vamos a trabajar sin ganas porque tememos no reconocernos cuando estamos alli, es cuando la desesperación o la rabia que nos produce nos quiere decir que cambiemos algo, que sentirse mal, no es lo normal en nuestra vida.
Tal vez tomar la decision de cambiar las cosas de nuestro alrededor sea la mejor y unica opcion. Dicen que  el ser humano si se siente bien, rinde mas, es mas creativo, que no importa si hay que esforzarse en algo si es eso lo que queremos, pues la recompensa sera nuestro bienestar emocional, que al fin y al cabo es mas importante, pues si nuestra mente esta sufriendo esto hace que nuestro cuerpo se queje y aparezcan dolencias sin correspondencia exacta con alguna enfermedad concreta, dolores de cabeza, musculares, gastricos, cansancio. Esto es nuestro cuerpo adviritiendonos de que no podemos seguir asi.

Al tomar decisiones a veces se ve envuelta nuestra economia, el miedo a lo incierto, al que dirán, al no puedo vivir sin.........., voy a decepcionara a..........., voy a quedar como un ....., que van a pensar de mi, etc, etc .
A veces  para tomar deciones en nuestra vida, requiere enfrentarse a la realidad, poner las cartas sobre la mesa y mostrar todo lo escondido, lo que queda es lo importante y es terminar  y comenzar a cambiar y modificarse.
Si nuestra mente se siente aliviada cuando esta en otra parte, quizas sea hora de darse cuenta que no nos gusta como estamos ahora. No dejar pasar la oportunidad del cambio.

Nada va a cambiar si no se hace, la vida no lo hara por nosotros, esperar y esperar a veces sin saber a que estamos esperando, justificando el paso del tiempo y haciendo largas explicaciones para no hacer nada.
No existen finales malos, no pasa nada por cambiar de opinion, o ver las cosas de otro color, porque ya sabemos que hay muchos y podemos elegir el que encaje mejor con nosotros. Ser los protagonistas de nuestra historia y buscar sentirnos bien es mejor que estar quejandonos y mirar a ver que pasa.
Cuando estamos en el camino que nos hace feliz, todo cambia, incluso nos volvemos mas activos, porque ya no perdemos tiempo con la queja, la disculpa o la espera, es la hora de disfrutar nuestro sueño y acercarnos lo más posible es lo que nos hace de verdad libres, pues somos más nosotros mismos, seres reales con transformación  en algo mejor cada dia.




jueves, 23 de mayo de 2013

Cuando llega el cansancio, descansar y recuperarse

23 de Abril

Cuando llega el cansancio, descansar y recuperarse





   Cuando llega el cansancio mental, llega el  agotamiento emociona,l esto es  una respuesta al estrés, un mecanismo de defensa extremo que nuestra mente pone en marcha cuando no puede asimilar las situaciones que está viviendo.
Un contexto de estrés laboral, personal o emocional es suficiente para desencadenar una respuesta de agotamiento emocional. Éste comparte algunos puntos con un trastorno depresivo, como los sentimientos de falta de motivación, apatia, tristeza, desánimo, baja autoestima y profunda desvalorización, pero se diferencia en que sus síntomas son evidentes a nivel físico, lpor eso lo mejor es descansar y recuperarse..
El agotamiento emocional se traduce en un profundo cansancio que actúa como freno para la acción.Lleva a la desmotivación y a la falta de ideas para seguir lo que estabamos haciendo, el cuerpo se queja y parece que esto paraliza la mente.Ésta es una forma que tiene nuestro cuerpo y nuestra mente de hacernos parar. Cuando conscientemente no somos capaces de tomar una decisión porque la duda o el miedo nos paralizan y la situación es ya insostenible,nuestro inconsciente toma las riendas.
Dentro de nosotros reside un fuerte instinto de autoprotección que se pone en marcha para protegernos de lo que nos daña.
Así, ante una situación que ya no podemos tolerar y que no somos capaces de afrontar para solucionarla, nuestro cuerpo y nuestra mente más profunda se alían para obligarnos a decidir, para ponernos en una tesitura en la que tendremos que decantarnos por nuestro bienestar y supervivencia.

Es entonces cuando se hace presente el agotamiento emocional, a modo de freno que nos obliga a parar, a pensar, a replantearnos nuestro presente y a decidir nuestro futuro.
Es importante comprender este punto, ya que una cura de descanso no es suficiente para terminar con el agotamiento emocional. Puede constituir un alivio momentáneo, pero no la solución definitiva. Es necesario descansar y tomar fuerzas para poder tomar decisiones, porque sino esto se convertirar en un bucle que se repetira y no nos dejara avanzar.
Para combatir el agotamiento emocional es necesario encontrar las causas que nos han llevado a tal situación.
Un trabajo que no nos gusta, unas relaciones personales en las que no nos sentimos libres para comportarnos tal como somos o una gran cantidad de tensión acumulada a lo largo del tiempo pueden ser los detonantes de la situación en la que nos encontramos.
Localizar la causa y ponerle remedio es el único modo de superar un episodio de agotamiento emocional. Lo demás serán meros parches que, en todo caso, retrasarán la aparición de nuevos episodios.Quizas para hacer esto es mejor mirar nuestra vida con perspectiva y poder opinar sobre nosotros de forma que lleguemos a conocernos de verdad y saber nuestras fortalezas y debilidades para que nos ayuden a coger las riendas.
Si el agotamiento emocional es muy agudo, una buena idea es acudir a un profesional. Un psicólogo puede ayudarte a manejar todas esas emociones que te han dejado fuera de combate. Trabajarlas y hablarlas ayuda a ponerlas en el lugar que les corresponde y te permite pensar con claridad y lucidez para que puedas decidir lo que de verdad quieres hacer con tu vida.
Si estás comenzando a notar los síntomas de agotamiento emocional,no permitas que vayan a más. Tómate un descanso y pregúntate si estás donde quieres estar y si haces lo que de verdad quieres hacer.
Si tu trabajo o tus relaciones no te satisfacen, es momento de cambiar. Los cambios asustan pero, si lo piensas, es mucho más terrible auto condenarse a la infelicidad de manera consciente que luchar por algo mejor.
Todas las personas merecemos ser felices. El agotamiento emocional es una luz roja en nuestras vidas que nos indica que no vamos por el camino correcto, un semáforo que nos obliga a frenar en seco y que nos permite modificar el rumbo para llegar donde deseamos.
Más allá de una dura experiencia, puede convertirse en el impulso que necesitamos para decidirnos a hacer realidad nuestros sueños.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Ante las adversidades de la vida CALMA

22 de Abril

Ante las adversidades de la vida CALMA



La amistad y el amor la fuente de energia
Los vínculos de cariño y apoyo mutuo son un potente incentivo para luchar y configuran la parte principal de los cimientos de la resiliencia humana -esa mezcla de resistencia y flexibilidad que forja la capacidad para superar las graves adversidades que nos depara la vida-. Está demostrado que las personas felizmente emparejadas, como aquellas que se sienten parte de un hogar familiar o de un grupo solidario de amistades, muestran un nivel de resiliencia muy superior que quienes viven desconectados o carecen de una red social de soporte emocional.
El amor propio y el autoconocimiento también ayudan.
La autoestima saludable o la valoración positiva que hacemos de nosotros mismos se alza como otro factor decisivo a la hora de enfrentarnos a la adversidad. Una autoestima favorable estimula la confianza en uno mismo, el coraje, la determinación y, sobre todo, nos convierte en seres valiosos ante nosotros mismos, lo que supone un poderoso aliciente para vencer desafíos.
Cada persona reacciona de una manera 
Aunque la resiliencia humana es un atributo natural y universal, nuestra forma particular de reaccionar ante una situación difícil va a ser labrada por los genes que heredamos, los avatares de nuestra vida pasada y las fuerzas del entorno social y cultural en el que vivimos. Las semillas de nuestra personalidad o forma de ser comienzan a desarrollarse en el útero materno. Con los años todos forjamos un conjunto de características emocionales y atributos temperamentales que nos distinguen de los demás.
Lo importante de una persona  con resiliencia, la supervivencia
Los pilares de esta poderosa fuerza de supervivencia son seis. El primero consiste en las conexiones afectivas. Todos o casi todos los supervivientes de calamidades identifican como una de las claves de su resistencia a alguna persona o personas con las que se sienten unidos en el presente o de las que recibieron apoyo incondicional en algún momento crucial de su vida pasada. Las funciones ejecutivas forjan otro pilar de la resiliencia. Ejemplos de estas funciones son la introspección, el autocontrol, la energía vital y la capacidad de dirigir los pensamientos, las emociones y las conductas para tomar decisiones acertadas.  Ante las desgracias, las personas que localizan el centro de control dentro de sí mismas y piensan que dominan sus circunstancias, resisten mejor y tienen más probabilidades de sobrevivir que quienes sienten que sus decisiones no cuentan y depositan sus esperanzas en poderes ajenos a ellos. Como he dicho, la autoestima es otro factor decisivo a la hora de luchar contra la adversidad. Igualmente, la perspectiva optimista de las cosas es congruente con las ganas de vivir y la motivación para luchar sin desmoralizarnos contra las desdichas. La esperanza es la esencia del pensamiento positivo.
La resiliencia no se apoya en cualidades excepcionales, sino en recursos que traemos al mundo y practicamos  en nuestro vivir diario. Esto no quiere decir que no pueda ser estimulada, protegida y fortificada. Si nos lo proponemos, todos podemos trabajar para fortalecer los ingredientes de esta capacidad. Por ejemplo, si queremos incrementar la autoestima, la mejor estrategia  es tratar de identificar alguna cualidad de nuestra personalidad o actividad en la que nos consideremos competentes y apoyarnos en ella para reforzar otros elementos de la resiliencia que necesitemos solidificar. Pero aviso: esta es una tarea que requiere motivación, esfuerzo, tenacidad y tiempo.
A veces pequeños retos nos llevan a grandes exitos
Siempre me he maravillado de la impresionante aptitud humana no solo para superar los desafíos, sino incluso para sacarles partido. Es comprensible que el sentimiento de haber vencido un reto sea gratificante y nos propine una inyección de confianza. He conocido a muchos que en su lucha descubren en ellos mismos cualidades que desconocían. A menudo te  dicen que sus relaciones con los demás mejoraron como consecuencia de haberse beneficiado de la solidaridad que sintieron.. Por otra parte, son numerosos los que experimentan cambios favorables en sus prioridades y, como resultado, valoran más las cosas que antes consideraban banales.

Aquello que nos hace feliz, es lo bueno y el dolor no es el camino para nada
Desde hace por lo menos un par de milenios se ha aceptado la idea de que el sufrimiento humano implica a menudo un premio, una recompensa en este mundo o en el más allá. Son muchos todavía los que proclaman  la idea de que nuestras mejores virtudes y cualidades son extractos del dolor. Tampoco faltan colegas que alegan sin base científica que el dolor es un elemento necesario para el proceso de curación. Sin embargo, la realidad es que las personas nos recuperamos y volvemos a tener ilusiones en nuestra vida pese al sufrimiento, y no a causa del mismo. El sufrimiento en sí no ayuda; lo que puede ser fuente de beneficio es el coraje que invertimos para superar las circunstancias que lo provocan.
Tomarnos las cosas con humor y relativizar las cosas
Aunque las adversidades no parecen ser un caldo propicio para el sentido del humor, la realidad es que las personas que gozan del humor las afrontan mejor. Creo que todos los botiquines de emergencia deben incluir sentido del humor. Nos ayuda a distanciarnos emocionalmente de la situación que nos estresa, a reírnos de las incoherencias y contradicciones de las cosas y también de nosotros mismos.
Ayudar tambien nos da bienestar
Ayudar a otros en trances difíciles es algo muy positivo. Nos hace más resistentes al estrés y al agotamiento físico y emocional. Además, nos protege de la tendencia a aislarnos o a obsesionarnos con pensamientos agoreros. El altruismo induce en nosotros el sentido de la propia competencia y la satisfacción de haber contribuido a la seguridad de otros.
El Pensamiento positivo es innato, pero tambien se puede aprender
Una tercera parte depende de nuestros genes, otra parte importante depende de nuestra infancia, las experiencias, nuestra personalidad. Pero como en el caso de la resiliencia también nos lo podemos trabajar si estamos dispuestos a invertir esfuerzo y tiempo.
¿Es cierto que creemos más lo que queremos creer incluso por delante de la evidencia?
Es cierto. Los seres humanos estamos predispuestos a la normalidad, a lo que nos ocurre habitualmente. Vemos lo que esperamos ver y pasamos por alto lo que no esperamos ver. Tendemos a captar las cosas que ya anticipamos y no solemos reparar en las que no nos imaginamos, aunque las tengamos delante de nuestros ojos. Sin embargo, estar abiertos a la posibilidad de ver lo que no esperamos ver nos ayuda a percatarnos de sucesos inesperados y protegernos. Igualmente, reconocer que las cosas pueden ser diferentes de lo que parecen, o de lo que suelen ser puede ayudarnos a captar y evaluar amenazas peligrosas.
Además, en ocasiones tampoco advertimos lo que no queremos ver. La incapacidad de captar la desagradable realidad se alimenta de la necesidad de evadir hechos que no queremos afrontar. Todos tenemos una sorprendente habilidad para echar mano, sin darnos cuenta, de artimañas mentales con el fin de evadir y no encarar las situaciones que atentan contra nuestra dicha, nuestras creencias o nuestros prejuicios.

martes, 21 de mayo de 2013

Buscar mi bienestar emocional y mantenerlo

21 de Abril

Buscar mi bienestar emocional y mantenerlo




   
Para buscar mi bienestar emocional lo primero saber cuales son los enemigos que impiden conseguirlo y muchos de ellos son la apatia, esa falta de ganas, la anestesia emocional que nos acompaña algunos dias y que sin saber como la dejamos instalada en nuestra vida diaria sin darnos cuenta.  La rabia, una emocion negativa que impregna todo nuestro caracter cuando aparece en la cotidianidad, es normal sentir rabia cuando algo frustrante, negativo nos ha ocurrido, no somos de piedra y sentirnos mal si algo ha ido mal es normal, pero no dejar que esta emocion acampe a sus anchas en nuestra vida, pues nuestra respuesta emocional sera siempre agria e ineficaz y solo veremos las cosas a media y casi siempre medio vacias y asi se impregna nuestro caracter y se implante nuestra actitud negativa.

La indecision otro enemigo de mi bienestar, es dificil saber decidirse algunas veces  por algo, pero encasillarse y no seguir adelante por miedo a tomar decisiones, quizas por miedo a equivocarnos o a ser lastimados, eso nos paraliza y nos hace sentirnos mal.

La envidia, esta emocion, parece que  si hacemos que sea una respuesta habitual en nuestra vida, va a minar  nuestra vida diaria y las respuestas que tenemos en cualquier cosa que les pase a los otros, es la comparacion, la evaluacion negativa y entonces esto nos lleva a tener mas emociones negativas, a competir con alguien o algo a veces sin saber porque y avanzar en el crecimiento personal es dificil.

El resentimiento y la culpa, a veces ese resentimiento constante  por no conseguir lo que queremos o tambien `por culpar a otros o a nosotros mismos en lo que no conseguimos o aquello que creemos que es importante o no lo es para los otros, de nuevo aparecen evaluaciones negativas que impregnan de emociones toxicas la vida diaria.

La mala alimentación o la falta de sueño y otras veces como conducta de evitación que utilizamos el tabaco, o el alcohol u otro sustituto de aquello que no conseguimos, todo unido nos lleva a ir destruyendo nuestro bienestar emocional, sin no cuidamos la salud, este deterioro va a repercutir en conductas de incremento de ansiedad, estres, la falta de sueño, nos mina el descanso y nos sentimos con mas enfermedades o padecimientos emocionales, dolores articulares, enfermedades psicosomaticas a las que no encontramos explicación y poco a poco el refugio en adicciones es mas facil y se continua el ciclo de falta de bienestar.

El equillibrio emocional es entre lo fisico y lo psiquico, somos un conjunto, salud fisica, emocional y social, somos seres sociales y estamos en un entorno, intentar no vivir aislados, buscar el apoyo, vivir con otros, ayudar a otros, todo nos devuelve satisfacción y equilibrio, cuidarse y sentirse cuidado, y las emociones positivas mientras mas, mejor pues es lo que nos queda para vivir mejor.





lunes, 20 de mayo de 2013

Aprender a mantener una buena relacion de pareja

20 de Abril

Aprender a tener una buena relación de pareja








Atracción física
Atracción intelectual
Atracción afectiva
Actualización
Comunicación
Respeto
Empatía




Atracción física:
La atracción física no es igual a la atracción sexual, quiere decir que la persona tenga las
características físicas que me resultan atractivas a mí. Es que la persona posea ese " qué sé
yo " qué no necesariamente coincide con estereotipos sociales. Consiste simplemente en
que la persona posea atractivos físicos que sean agradables para mi gusto personal.
Lo que sucede con parejas que tienen mucho tiempo de convivir es que suele haberlo un
descuido en el cuidado físico. Es aquí donde se nota que las personas dejan de arreglarse, o
de vestirse, maquillarse, o acicalarse para la persona con la cual convive. Esto
normalmente deriva en la pérdida del interés de la pareja pues " ya no es como antes ".
Atracción intelectual:
Consiste entender temas en común que se puedan compartir en un diálogo. No
necesariamente implica coincidir en todos los temas; es simplemente tener la libertad y la
facilidad de poder conversar con tu pareja.
Hay parejas que van juntas al restaurante y pasan en silencio, o simplemente se dedican
hablar de temas sin trascendencia, lo cual no es tener comunicación. Para poder interactuar
es necesario tener actividades en común, como por ejemplo ir al teatro, asistir a un curso de
cocina, leer un libro juntos, etc. Esto permite tener temas de discusión que no sean de la
cotidianeidad.
Atracción afectiva:

Es el cariño, es saber que mi pareja me quiere, es saber que existe amor. Consiste en la
confianza emocional que hay entre las dos partes.
Comunicación:
No es simplemente hablar por hablar, como quien dice " hablar como loritos ". Es saber
hablar, respetar lo que me está diciendo, y saber escuchar. Consiste en aplicar la
comunicación asertiva. Es saber hablar y escuchar en el lugar y momento correctos. Para
ello hay que buscar un espacio adecuado, no mientras se está almorzando, o se está
cocinando, mucho menos cuando se está en el carro... eso no es comunicación, pues no
existe contacto ocular ni tampoco lenguaje corporal adecuado.
Empatía:
Consiste en poder ponerme en los zapatos del otro. Para ello requerimos que la
comunicación sea efectiva y explícita. De no ser así podríamos incurrir en errores como "
yo pensé que tuyas sabías eso ", o " eso nunca me lo dijiste... ", o " es que siempre me
regalas chocolates... ", pero nunca preguntamos si le gusta los chocolates o si es alérgica a
los chocolates. El error en la empatía es dejar las cosas en supuestos. Para poder ser
empáticos tenemos que sentarnos a hablar el uno con el otro, es saber cómo eres y que te
gusta.
Este puede ser uno de los mayores problemas en las parejas. Es común, por ejemplo, que se
le pregunte a una persona qué caricias le gustan a su pareja, y que la persona no sepa
responder adecuadamente. O también cuáles son sus preferencias, no sólo sexuales, sino en
cualquier ámbito.
La empatía es comprender que si tuvo un día cansado, no le voy a bombardear con
preguntas que lo agobien. Es comprender cuál es la labor mía para poder facilitar o ayudar
a la otra persona.
Respeto:
Consiste en respetar la persona tal cual es. Para ello es necesario entender que mi pareja no
es un apéndice de mí. Es una persona que tiene su espacio, sus amigos, su familia, su vida;
y además tiene un espacio conmigo como pareja. Implica respetar sus gustos, sus creencias,
sus valores, sus costumbres, sus ritos.
Esto va de la mano con la empatía. Si yo sé que mi pareja es muy obsesiva con la limpieza,
no voy a ir dejando desorden adrede, con el ánimo de molestar. Puedo intentar mejorar un
poco mi orden personal. Esto también implica que la contraparte entienda que la persona es
menos ordenada que yo, por lo tanto voy a tratar de ser menos exigente con el orden.
Actualización:
Este pilar casi nunca se menciona. Consiste en tomar un espacio, por lo menos una vez al
mes, en el cual yo pueda sentarme con mi pareja y explicarle cómo va mi vida, cómo me
siento emocionalmente, cómo creo que está nuestra relación, qué creo que has mal
interpretado, y por cuál camino creo que deberíamos seguir. Esta dinámica es recíproca es
decir, debo también escuchar lo que mi pareja tiene que decir.
Muchas personas creen que por haber sido novios, o tener algunos años de casados, ya se
conocen. La verdad es que las personas conforme crecemos y envejecemos, cambiamos la
visión del mundo, de la vida, y de nosotros mismos. La actualización permite estar al tanto
de estos cambios, y de entendernos adecuadamente para poder adaptarnos a los mismos. Si
la actualización fuese una práctica común en las parejas, probablemente evitaríamos
muchos divorcios, o en su defecto, tendríamos separaciones que fuesen más civilizadas.
Los siete pilares tienen sentido siempre y cuando se tome en cuenta que deben de ser
recíprocos. Si yo le pido algo mi pareja, es porque yo también estoy dispuesto darlo. Yo no
puedo pedirle a mi pareja que cambie algo, si yo no estoy de acuerdo en cambiar la
contraparte. En parte implica sentarse a negociar, saber qué estás dispuesto a dar y en qué
no estás dispuesto a ceder. Por ejemplo si uno de mis hábitos es jugar cartas con los amigos
el miércoles en la noche, tú también puedes hacer algo con tus amigas ese día, u otro día de
la semana.




domingo, 19 de mayo de 2013

Aprender habilidades sociales

19 de Abril

Aprender habilidades sociales




Tener habilidades sociales significa saber comportarse en el entorno en que vivimos y
definen la forma en que nos comportamos y lo que decimos cuando estamos con los
demás. Hay buenas maneras y malas maneras de hablarle a la gente y de comportarnos
con las personas. Al aprender las habilidades sociales aprendemos las buenas maneras
de hacerlo. A los niños hay que decirles: “si tienes unas buenas habilidades sociales
seguramente tendrás más amigos y amistades que alguien que no las tenga. Te llevarás
mejor con los maestros, compañeros de clase o de juegos y con tus familiares”.
TIPOS DE HABILIDADES SOCIALES
Hay muchos y diferentes tipos de habilidades sociales. Unas son muy fáciles de llevar a
cabo:
▪ HACER UN CUMPLIDO cuando te gusta algo de una persona
▪ PEDIR UN FAVOR cuando necesitas algo
▪ DECIR GRACIAS cuando te ayudan
▪ SALUDAR, decir las buenas horas
Otras habilidades son más difíciles: ▪ Pedir un CAMBIO DE COMPORTAMIENTO a otros
▪ DECIR NO a un amigo cuando nos pide un favor, de forma que no se enfade
▪ RESOLVER UN CONFLICTO, un problema
▪ TRATAR CON LOS ADULTOS
ELEMENTOS DE LA CONDUCTA HABILIDOSA
Los tres elementos de la conducta habilidosa son:
- La mirada
- La distancia interpersonal
- La postura
▪ La mirada.
La forma en que miramos es muy importante cuando nos relacionamos con los demás.
Debemos mirar a una persona a los ojos o a la zona superior de la cara (zona que rodea
los ojos). Si miramos a quien hablamos o escuchamos conseguiremos mayor respuesta
que si estamos mirando hacia otro lado. Esto es indicativo de que seguimos la
conversación y de que nos interesa. Sin embargo hay que tener en cuenta que un exceso
de contacto ocular muy fijo y continuo puede resultar molesto a nuestro interlocutor. Si
retiramos la mirada estamos indicando desinterés, timidez, sumisión o sentimientos de
superioridad.
▪ La distancia interpersonal.
Existen distintas zonas:
a) Distancia íntima (0-50 cm): en esta zona se sitúan las personas amadas y familiares.
b) Distancia personal (50-125 cm): es el espacio personal de cada uno, una especie de
esfera protectora que nos gusta mantener entre nosotros y el resto de los individuos.
c) Distancia social (1,25-3,5 m): es la distancia que se mantiene para trabajar en equipo
o en relaciones sociales ocasionales.
d) Distancia pública (más de 3,5 m): es la que nos gusta mantener con los desconocidos
(por ejemplo al caminar por la calle).
Hay situaciones en las que no se respetan estas distancias. Si una persona se sitúa en un
tipo de distancia que no le corresponde entonces nos sentimos incómodos. Esto se
produce en los dos sentidos, tanto si un desconocido se sitúa en nuestra distancia
personal como si una persona muy cercana (por ejemplo nuestro hermano, hermana,
primo, etc.) se mantiene alejado de nosotros y evita el acercamiento. ▪ La postura.
La postura es la posición que adoptan los miembros (brazos y piernas) de una persona
con respecto al cuerpo, lo cual influye en la relación con otros. La postura de nuestro
cuerpo es algo que nuestro interlocutor percibe a simple vista y por tanto hay que
cuidar.
La inclinación de nuestro cuerpo hacia la persona con la que hablamos es una muestra
de atención y acercamiento, mientras que estar echado hacia atrás en la silla indica
desinterés o rechazo.
¡CRUZAR LOS BRAZOS ESTÁ PROHIBIDO!. Tener los brazos cruzados se asocia
con una actitud defensiva, mientras que la distensión y relajación de los brazos trasmite
una actitud confiada. El mantener una conversación con alguien que tiene los brazos
cruzados puede indicarnos que esa persona no pretende cambiar sus planteamientos.

TIPOS DE COMPORTAMIENTOS
Cuando los niños aprenden las habilidades sociales tienen que atender uno de los
aspectos básicos más importantes, que es la diferencia entre varios tipos de
comportamientos:
▪ El comportamiento PASIVO
▪ El comportamiento AGRESIVO
▪ Y un tipo especial de comportamiento o conducta que llamamos CONDUCTA
ASERTIVA.
Si una persona actúa de forma pasiva no se expresa a sí misma, se comporta como un
ratón: deja que los demás niños le manden, le digan lo que tiene que hacer y no defiende
sus derechos. Sus necesidades, opiniones o sentimientos son ignorados y, puede que los
otros niños se aprovechen de él.
El comportamiento agresivo es el que se observa en los niños mandones, que meten
miedo a los demás. Critican a los demás niños y los humillan, dejándolos en ridículo.
Sólo se preocupan por conseguir lo que ellos quieren y cuando quieren. Rara vez se
preocupan por los sentimientos de los demás y con frecuencia se meten en líos o peleas.
Por su forma de ser tienen pocos amigos de verdad. Son los niños agresivos.
Queda, por último, dedicar unas líneas a la conducta ideal, la CONDUCTA
ASERTIVA.
La asertividad se refiere al hecho de comportarse tal y como uno es. Significa dejar que
los demás sepan lo que sientes y lo que piensas de una forma que ofenda, pero que al
mismo tiempo te permita expresarte.
También significa defender tus propios derechos e intentar siempre ser sincero, justo y
honrado. La asertividad es solo una parte de las habilidades sociales, aquella que reúne
las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin
agredir ni ser agredido. Lo ideal sería que todos nosotros actuásemos de forma asertiva, ya que entonces pocas veces nos pelearíamos, perderíamos amigos o sentiríamos miedo
de estar con los demás.

AUTOESTIMA el respeto por nosotros mismos

18 de ABRIL


AUTOESTIMA el respeto por nosotros mismos


El modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos afecta virtualmente en forma
decisiva todos los aspectos de nuestra experiencia, desde la manera en que funcionamos en el trabajo, el amor o el sexo, hasta nuestro proceder como padres y las posibilidades que tenemos de progresar en la vida. Nuestras respuestas ante los acontecimientos dependen de quién y qué pensamos que somos.
Los dramas de nuestra vida son los reflejos de la visión íntima que poseemos de nosotros mismos. Por lo tanto, la autoestima es la clave del éxito o del fracaso.
También es la clave para comprendernos y comprender a los demás.
Aparte de los problemas de origen biológico, no conozco una sola dificultad psicológica -desde la
angustia y la depresión, el miedo a la intimidad o al éxito, el abuso del alcohol o de las drogas, el bajo rendimiento en el estudio o en el trabajo, hasta los malos tratos a las mujeres o la violación de menores, las disfunciones sexuales o la inmadurez emocional, pasando por el suicidio o los crímenes violentos- que no sea atribuible a una autoestima deficiente. De todos los juicios a que nos sometemos, ninguno es tan Importante como el nuestro propio. La autoestima positiva es el requisito fundamental para una vida plena.

El modo en que nos sentimos con respecto a nosotros mismos afecta virtualmente en forma
decisiva todos los aspectos de nuestra experiencia, desde la manera en que funcionamos en el trabajo, el
amor o el sexo, hasta nuestro proceder como padres y las posibilidades que tenemos de progresar en la
vida. Nuestras respuestas ante los acontecimientos dependen de quién y qué pensamos que somos. Los
dramas de nuestra vida son los reflejos de la visión íntima que poseemos de nosotros mismos. Por lo
tanto, la autoestima es la clave del éxito o del fracaso.
También es la clave para comprendernos y comprender a los demás.
Aparte de los problemas de origen biológico, no conozco una sola dificultad psicológica -desde la
angustia y la depresión, el miedo a la intimidad o al éxito, el abuso del alcohol o de las drogas, el bajo
rendimiento en el estudio o en el trabajo, hasta los malos tratos a las mujeres o la violación de menores,
las disfunciones sexuales o la inmadurez emocional, pasando por el suicidio o los crímenes violentos- que
no sea atribuible a una autoestima deficiente. De todos los juicios a que nos sometemos, ninguno es tan
Importante como el nuestro propio. La autoestima positiva es el requisito fundamental para una vida plena.
Veamos qué es la autoestima. Tiene dos componentes: un sentimiento de capacidad personal y un
sentimiento de valía personal. En otras palabras, la autoestima es la suma de la confianza y el respeto por
uno mismo. Refleja el juicio implícito que cada uno hace de su habilidad para enfrentar los desafíos de la
vida (para comprender y superar los problemas) y de su derecho a ser feliz (respetar y defender sus
intereses y necesidades).
Tener una alta autoestima es sentirse confiadamente apto para la vida, es decir, capaz y valioso,
en el sentido que acabo de indicar. Tener una autoestima baja es sentirse inútil para la vida; errado, no
con respecto a tal o cual asunto, sino equivocado como persona Tener un término medio de autoestima es
fluctuar entre sentirse apto e Inútil, acertado y equivocado como persona, y manifestar estas incoherencias
en la conducta (actuar a veces con sensatez, a veces tontamente), reforzando, así, la inseguridad. 2
La capacidad de desarrollar una confianza y un respeto saludables por nosotros mismos es
Inherente a nuestra naturaleza, ya que la capacidad de pensar es la fuente básica de nuestra idoneidad, y
el hecho de que estemos vivos es la fuente básica de nuestro derecho a esforzarnos por conseguir
felicidad. Idealmente, todo el mundo debería disfrutar de un alto nivel de autoestima, experimentando tanto
una fe Intelectual en sí mismo como una fuerte sensación de que merecemos ser felices. Por desgracia,
sin embargo, hay mucha gente a la que esto no le ocurre. Numerosas personas padecen sentimientos de
Inutilidad, Inseguridad, dudas sobre si mismas, culpa y miedo a participar plenamente en la vida, una vaga
sensación de que "lo que soy no es suficiente". No siempre estos sentimientos se reconocen y admiten
con facilidad, pero ahí están.
En el proceso del desarrollo, y en el proceso de la vida en sí, nos resulta sumamente fácil
apartarnos de un concepto positivo de nosotros mismos, o no llegar a formar-lo nunca. Tal vez no
podamos jamás estar satisfechos con nosotros mismos a causa de la aportación negativa de los demás, o
porque hemos faltado a nuestra propia honestidad, integridad, responsabilidad y autoafirmación, o porque
hemos juzgado nuestras acciones con una comprensión y una compasión Inadecuadas.
Sin embargo, la autoestima es siempre una cuestión de grado. Nunca he conocido a nadie que
careciera por completo de autoestima positiva, ni tampoco he conocido a nadie que no fuera capaz de
desarrollar su autoestima.
Desarrollar la autoestima es desarrollar la convicción de que uno es competente para vivir y
merece la felicidad, y por lo tanto enfrentar a la vida con mayor confianza, benevolencia y optimismo, lo
cual nos ayuda a alcanzar nuestras metas y experimentar la plenitud. Desarrollar la autoestima es ampliar
nuestra capacidad de ser felices.
Si comprendemos esto, podemos apreciar que el hecho de cultivar la autoestima nos interesa a
todos. No es necesario llegar a, Odiarnos para poder aprender a querernos más; no tenemos que
sentirnos Inferiores para desear tenernos más confianza. No hemos de sentirnos infelices para desear
ampliar nuestra capacidad de alegría.
Cuanto más alta sea nuestra autoestima, mejor preparados estaremos para afrontar las
adversidades; cuanto más flexibles seamos, más resistiremos las presiones que nos hacen sucumbir a la
desesperación o a la derrota.
Cuanto más alta sea nuestra autoestima, más posibilidades tendremos de ser creativos en nuestro
trabajo, lo que significa que también tendremos más posibilidades de lograr el éxito.
Cuanto más alta sea nuestra autoestima, más ambiciosos tenderemos a ser, no necesariamente
en nuestra carrera o profesión o en un sentido económico, sino en términos de lo que esperamos
experimentar en la vida en el plano emocional, creativo y espiritual.
Cuanto más alta sea nuestra autoestima, más posibilidades tendremos de entablar relaciones
enriquecedoras y no destructivas, ya que lo semejante se atrae entre sí, salud llama a la salud, y la
vitalidad y la generosidad de ánimo son más apetecibles que el vacío afectivo y la tendencia a
aprovecharse de los demás.
Cuanto más alta sea nuestra estima, más inclinados estaremos a tratar a los demás con respeto,
benevolencia y buena voluntad, ya que no los percibiremos como amenaza, no nos sentiremos "extraños y
asustados en un mundo que nunca hicimos" (citando el poema de A. E. Housman), y porque el respeto por
uno mismo es la base del respeto por los demás.
Cuanto más alta sea nuestra estima, más alegría experimentaremos por el solo hecho de ser, de
despertarnos por la mañana, de vivir dentro de nuestros cuerpos.
Estas son las recompensas de la confianza y el respeto por nosotros mismos.
En Honoring the Self he analizado con detalle por qué existen tales correlaciones; pero creo que
está claro que si deseamos ampliar nuestras posibilidades positivas y, por lo tanto transformar la calidad
de nuestra existencia, debemos empezar por desarrollar nuestra autoestima. Examinemos más
profundamente el significado de la autoestima. 3
La autoestima, en cualquier nivel, es una experiencia íntima; reside en el núcleo de nuestro ser. Es
lo que yo pienso y siento sobre mi mismo, no lo que otros piensan o sienten sobre mí.
Cuando somos niños, los adultos pueden alimentar o minar la confianza y el respeto por nosotros
mismos, según que nos respeten, nos amen, nos valoren y nos alienten a tener fe en nosotros mismos, o
no lo hagan. Pero aun en nuestros primeros años de vida nuestras propias elecciones y decisiones
desempeñan un papel crucial en el nivel de autoestima que a la larga desarrollemos. Estamos lejos de ser
meros receptáculos pasivos de las opiniones que los demás tengan de nosotros. Y de todos modos,
cualquiera que haya sido nuestra educación, como adultos la cuestión está en nuestras manos.
Nadie puede respirar por nosotros, nadie puede pensar por nosotros, nadie puede imponernos la
fe y el amor por nosotros mismos.
Puedo ser amado por mi familia, mi pareja y mis amigos, pero no amarme a mí mismo. Puedo ser
admirado por mis socios y considerar no obstante que carezco de valores. Puedo proyectar una imagen de
seguridad y aplomo que engañe a todo el mundo, y temblar secretamente porque me siento inútil.
Puedo satisfacer las expectativas de los demás y no las mías; puedo obtener altos honores y sin
embargo sentir que no he logrado nada; puedo ser adorado por millones de personas pero despertar cada
mañana con una deprimente sensación de fraude y de vacío.
Alcanzar el "éxito" sin alcanzar una autoestima positiva es estar condenado a sentirse como un
impostor que espera con angustia que lo descubran.
Así como el aplauso de los otros no genera nuestra autoestima, tampoco lo hacen el conocimiento,
ni la destreza, ni las posesiones materiales, ni el matrimonio, ni la paternidad o maternidad, ni las obras de
beneficencia, ni las conquistas sexuales, ni las cirugías estéticas. A veces estas cosas pueden hacernos
sentir mejor con respecto a nosotros mismos por un tiempo, o más cómodos en determinadas situaciones;
pero comodidad no es autoestima.
Lo trágico es que la mayoría de las personas buscan la autoconfianza y el autorrespeto en todas
partes menos dentro de sí mismas, y por ello fracasan en su búsqueda. Veremos que la autoestima
positiva se comprende mejor como una suerte de logro espiritual, es decir, como una victoria en la
evolución de la conciencia. Cuando comenzamos a concebirla de este modo, como un estado de
conciencia, descubrimos la necedad de creer que sólo con lograr que los demás se formen una impresión
positiva de nosotros disfrutaremos de una consideración positiva por parte de nosotros mismos.
Dejaremos de decirnos: si pudiera lograr otro ascenso; si pudiera ser esposa y madre; si pudiera ser
considerado un buen padre; si pudiera comprarme un coche más grande; si pudiera escribir otro libro,
adquirir otra empresa, tener un nuevo amante, recibir otro premio, lograr un reconocimiento más de mi
"abnegación"... entonces me sentiría realmente en paz conmigo mismo. Nos daremos cuenta de que,
puesto que la búsqueda es irracional, ese anhelo por "algo más" existirá siempre.
Si la autoestima es el juicio de que soy apto para la vida, la experiencia de mi propia capacidad y
valía, si la autoestima es una conciencia autoafirmadora, una mente que confía en sí misma, nadie puede
generar esta experiencia, salvo uno mismo.
Cuando apreciamos la verdadera naturaleza de la autoestima, vemos que no es competitiva ni
comparativa.
La verdadera autoestima no se expresa por la autoglorificación a expensas de los demás, o por el
afán de ser superior a los otros o de rebajarlos para elevarse uno mismo. La arrogancia, la jactancia y la
sobrevaloración de nuestras capacidades reflejan más bien una autoestima equivocada y no, como
imaginan algunos, un exceso de autoestima.
El estado de una persona que no está en guerra ni consigo misma ni con los demás, es una de las
características más significativas de una autoestima sana.
La importancia de una autoestima sana radica en que esa es la base de nuestra capacidad para
responder de manera activa y positiva a las oportunidades que se nos presentan en el trabajo, en el amor
y en la diversión. Además, es la base de esa serenidad de espíritu que hace posible disfrutar de la vida. 4
Veamos qué es la autoestima.
Tiene dos componentes: un sentimiento de capacidad personal y un
sentimiento de valía personal. En otras palabras, la autoestima es la suma de la confianza y el respeto por uno mismo. Refleja el juicio implícito que cada uno hace de su habilidad para enfrentar los desafíos de la vida (para comprender y superar los problemas) y de su derecho a ser feliz (respetar y defender sus intereses y necesidades).
Tener una alta autoestima es sentirse confiadamente apto para la vida, es decir, capaz y valioso, en el sentido que acabo de indicar. Tener una autoestima baja es sentirse inútil para la vida; errado, no con respecto a tal o cual asunto, sino equivocado como persona Tener un término medio de autoestima es fluctuar entre sentirse apto e Inútil, acertado y equivocado como persona, y manifestar estas incoherencias en la conducta (actuar a veces con sensatez, a veces tontamente), reforzando, así, la inseguridad.
La capacidad de desarrollar una confianza y un respeto saludables por nosotros mismos es
Inherente a nuestra naturaleza, ya que la capacidad de pensar es la fuente básica de nuestra idoneidad, y el hecho de que estemos vivos es la fuente básica de nuestro derecho a esforzarnos por conseguir felicidad. Idealmente, todo el mundo debería disfrutar de un alto nivel de autoestima, experimentando tanto una fe Intelectual en sí mismo como una fuerte sensación de que merecemos ser felices. Por desgracia, sin embargo, hay mucha gente a la que esto no le ocurre. Numerosas personas padecen sentimientos de Inutilidad, Inseguridad, dudas sobre si mismas, culpa y miedo a participar plenamente en la vida, una vaga sensación de que "lo que soy no es suficiente". No siempre estos sentimientos se reconocen y admiten con facilidad, pero ahí están.
En el proceso del desarrollo, y en el proceso de la vida en sí, nos resulta sumamente fácil
apartarnos de un concepto positivo de nosotros mismos, o no llegar a formar-lo nunca. Tal vez no podamos jamás estar satisfechos con nosotros mismos a causa de la aportación negativa de los demás, o porque hemos faltado a nuestra propia honestidad, integridad, responsabilidad y autoafirmación, o porque hemos juzgado nuestras acciones con una comprensión y una compasión Inadecuadas.
Sin embargo, la autoestima es siempre una cuestión de grado. Nunca he conocido a nadie que careciera por completo de autoestima positiva, ni tampoco he conocido a nadie que no fuera capaz de desarrollar su autoestima.
Desarrollar la autoestima es desarrollar la convicción de que uno es competente para vivir y
merece la felicidad, y por lo tanto enfrentar a la vida con mayor confianza, benevolencia y optimismo, lo cual nos ayuda a alcanzar nuestras metas y experimentar la plenitud. Desarrollar la autoestima es ampliar nuestra capacidad de ser felices.
Si comprendemos esto, podemos apreciar que el hecho de cultivar la autoestima nos interesa a
todos. No es necesario llegar a, Odiarnos para poder aprender a querernos más; no tenemos que sentirnos Inferiores para desear tenernos más confianza. No hemos de sentirnos infelices para desear ampliar nuestra capacidad de alegría.
Cuanto más alta sea nuestra autoestima, mejor preparados estaremos para afrontar las
adversidades; cuanto más flexibles seamos, más resistiremos las presiones que nos hacen sucumbir a la desesperación o a la derrota.
Cuanto más alta sea nuestra autoestima, más posibilidades tendremos de ser creativos en nuestro trabajo, lo que significa que también tendremos más posibilidades de lograr el éxito.
Cuanto más alta sea nuestra autoestima, más ambiciosos tenderemos a ser, no necesariamente
en nuestra carrera o profesión o en un sentido económico, sino en términos de lo que esperamos
experimentar en la vida en el plano emocional, creativo y espiritual.
Cuanto más alta sea nuestra autoestima, más posibilidades tendremos de entablar relaciones
enriquecedoras y no destructivas, ya que lo semejante se atrae entre sí, salud llama a la salud, y la vitalidad y la generosidad de ánimo son más apetecibles que el vacío afectivo y la tendencia a
aprovecharse de los demás.
Cuanto más alta sea nuestra estima, más inclinados estaremos a tratar a los demás con respeto,
benevolencia y buena voluntad, ya que no los percibiremos como amenaza, no nos sentiremos "extraños y asustados en un mundo que nunca hicimos" (citando el poema de A. E. Housman), y porque el respeto por uno mismo es la base del respeto por los demás.
Cuanto más alta sea nuestra estima, más alegría experimentaremos por el solo hecho de ser, de
despertarnos por la mañana, de vivir dentro de nuestros cuerpos.
Estas son las recompensas de la confianza y el respeto por nosotros mismos.
En Honoring the Self he analizado con detalle por qué existen tales correlaciones; pero creo que
está claro que si deseamos ampliar nuestras posibilidades positivas y, por lo tanto transformar la calidad de nuestra existencia, debemos empezar por desarrollar nuestra autoestima.
Examinemos más profundamente el significado de la autoestima.
La autoestima, en cualquier nivel, es una experiencia íntima; reside en el núcleo de nuestro ser. Es lo que yo pienso y siento sobre mi mismo, no lo que otros piensan o sienten sobre mí.
Cuando somos niños, los adultos pueden alimentar o minar la confianza y el respeto por nosotros mismos, según que nos respeten, nos amen, nos valoren y nos alienten a tener fe en nosotros mismos, o no lo hagan. Pero aun en nuestros primeros años de vida nuestras propias elecciones y decisiones desempeñan un papel crucial en el nivel de autoestima que a la larga desarrollemos. Estamos lejos de ser meros receptáculos pasivos de las opiniones que los demás tengan de nosotros. Y de todos modos, cualquiera que haya sido nuestra educación, como adultos la cuestión está en nuestras manos.
Nadie puede respirar por nosotros, nadie puede pensar por nosotros, nadie puede imponernos la fe y el amor por nosotros mismos.
Puedo ser amado por mi familia, mi pareja y mis amigos, pero no amarme a mí mismo. Puedo ser admirado por mis socios y considerar no obstante que carezco de valores. Puedo proyectar una imagen de seguridad y aplomo que engañe a todo el mundo, y temblar secretamente porque me siento inútil.
Puedo satisfacer las expectativas de los demás y no las mías; puedo obtener altos honores y sin
embargo sentir que no he logrado nada; puedo ser adorado por millones de personas pero despertar cada mañana con una deprimente sensación de fraude y de vacío.
Alcanzar el "éxito" sin alcanzar una autoestima positiva es estar condenado a sentirse como un
impostor que espera con angustia que lo descubran.
Así como el aplauso de los otros no genera nuestra autoestima, tampoco lo hacen el conocimiento, ni la destreza, ni las posesiones materiales, ni el matrimonio, ni la paternidad o maternidad, ni las obras de beneficencia, ni las conquistas sexuales, ni las cirugías estéticas. A veces estas cosas pueden hacernos sentir mejor con respecto a nosotros mismos por un tiempo, o más cómodos en determinadas situaciones; pero comodidad no es autoestima.
Lo trágico es que la mayoría de las personas buscan la autoconfianza y el autorrespeto en todas
partes menos dentro de sí mismas, y por ello fracasan en su búsqueda.
Veremos que la autoestima
Autoestima positiva se comprende mejor como una suerte de logro espiritual, es decir, como una victoria en la evolución de la conciencia. Cuando comenzamos a concebirla de este modo, como un estado de conciencia, descubrimos la necedad de creer que sólo con lograr que los demás se formen una impresión positiva de nosotros disfrutaremos de una consideración positiva por parte de nosotros mismos.
Dejaremos de decirnos: si pudiera lograr otro ascenso; si pudiera ser esposa y madre; si pudiera ser considerado un buen padre; si pudiera comprarme un coche más grande; si pudiera escribir otro libro, adquirir otra empresa, tener un nuevo amante, recibir otro premio, lograr un reconocimiento más de mi "abnegación"... entonces me sentiría realmente en paz conmigo mismo.
Nos daremos cuenta de que, puesto que la búsqueda es irracional, ese anhelo por "algo más" existirá siempre.
Si la autoestima es el juicio de que soy apto para la vida, la experiencia de mi propia capacidad y valía, si la autoestima es una conciencia autoafirmadora, una mente que confía en sí misma, nadie puede generar esta experiencia, salvo uno mismo.
Cuando apreciamos la verdadera naturaleza de la autoestima, vemos que no es competitiva ni
comparativa.
La verdadera autoestima no se expresa por la autoglorificación a expensas de los demás, o por el
afán de ser superior a los otros o de rebajarlos para elevarse uno mismo. La arrogancia, la jactancia y la sobrevaloración de nuestras capacidades reflejan más bien una autoestima equivocada y no, como imaginan algunos, un exceso de autoestima.
El estado de una persona que no está en guerra ni consigo misma ni con los demás, es una de las
características más significativas de una autoestima sana.
La importancia de una autoestima sana radica en que esa es la base de nuestra capacidad para
responder de manera activa y positiva a las oportunidades que se nos presentan en el trabajo, en el amor y en la diversión. Además, es la base de esa serenidad de espíritu que hace posible disfrutar de la vida.